(20 m)-El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña, José Antonio Vázquez Taín, ha absuelto a una madre coruñesa que en 2015 abofeteó a su hijo de once años sin causarle heridas.
El menor y su madre habían discutido porque el primero se negaba a prepararse el desayuno y el niño acabó lanzando un móvil valorado en 800 euros contra el suelo.Tras el bofetón, el niño denunció los hechos y la Fiscalía imputó a la madre un delito de violencia doméstica. Pedía para ella 35 días de trabajos comunitarios y la prohibición de acercarse al menor a menos de 50 metros durante seis meses.
En el auto se razona a lo largo de seis páginas que aunque «quien suscribe estas líneas en ningún momento defiende el castigo corporal sistemático, o que ocasione cualquier tipo de lesión», «acudir a una corrección física moderada está justificado y así se hizo». «No abofeteó a su hijo para causarle una lesión. Su intención era clara y solo trataba de poner fin a una actitud violenta del menor», añade el juez. «Por suerte, su familia es acomodada y puede permitirse el tirar el dinero de un teléfono de última generación, cuyo precio es igual a los ingresos mensuales con los que se ven obligados a vivir más del 50% de la población. En algunas ocasiones, familias enteras. Su comportamiento no solo muestra falta de respecto hacia la autoridad materna, sino también hacia el esfuerzo y trabajo que supone ganar un salario con el que adquirir bienes».
Un año más tarde hubo otro incidente, según el niño. En otra discusión manifestó su intención de marcharse de casa y la mujer, para evitarlo, le agarró causándole un arañazo en el cuello. «Ambos hechos han sido puntuales y provocados por parte del menor», concluye el magistrado, que asegura que el niño mostraba una falta continuada de respeto por su madre y una acusada «falta de empatía» y «frialdad» durante sus declaraciones.