La hazaña de la inabordable Numancia

Marcelino González Fernández durante su disertación sobre la fragata Numancia. -Fot. Valentín Guisande

La fragata de la Armada Española fue el primer acorazado en dar la vuelta al mundo

(Diario de Soria-Jon Ander Uriarte ) Con cien cañones por banda viento en popa a toda vela, da la vuelta al mundo la fragata Numancia. El capitán de navío retirado y vicepresidente de la Real Liga Naval Española, el ferrolano Marcelino González Fernández, ofreció este jueves una conferencia en el Aula Cultural Tirso de Molina, en Soria,  donde disertó sobre la hazaña del primer acorazado en dar la vuelta al mundo, una gesta que tuvo lugar entre 1865 y 1867 y de la que se cumplen 150 años.

Fabricada en Francia y con un motor de vapor, también con velamen para hacer justicia a la canción de Espronceda, la fragata de la Armada Española llegó a tener tres nombres aunque siendo Numancia la que finalmente se impuso en clara referencia a lo ocurrido en tierras sorianas, tal y como expuso el historiador naval durante su conferencia: «El primer nombre que tuvo fue Gerona. Después la llamaron Numancia en recuerdo de la ciudad de Numancia por la defensa que todos conocemos. Tuvo además otro nombre que nadie conoce que fue el de Santa Inés porque a estos barcos, cuando se botaban, se les daba también el nombre de un santo. El nombre de Numancia se lo dieron en recuerdo de la ciudad porque era muy corriente darle el nombre de batallas o ciudades heroicas».

Esa tradición a la que hace referencia Marcelino González se mantiene viva hoy con una fragata con ese nombre que es la tercera en la línea de sucesión: «Ahora tenemos otra fragata Numancia y es la tercera con ese nombre. Hubo un navío que compró Fernando VII a Rusia que salió muy malo, después fue la blindada Numancia y ahora es una fragata moderna que además lleva en su marca la silueta de su predecesora».

La vuelta al mundo del acorazado comenzó en 1865 cuando fue designada a la flota del Pacífico para sofocar las rebeliones que estaban teniendo lugar en Chile y Perú: «Intervino en la guerra 1866 dirigiendo el bombardeo de Valparaíso y participando activamente en el bombardeo de El Callao», indica el profesor González Fernández quien explica que, una vez finalizada la campaña, el responsable de la escuadra, Méndez Núñez, no quiso que la fragata Numancia cruzara el Cabo de Hornos en pleno invierno y de ahí que la misma diera la vuelta al mundo al volver por el Pacífico, el Índico y el Atlántico.

El vicepresidente de la Real Liga Naval Española reconoce que las condiciones de navegación en aquella época era «duras pero no tanto como piensa la gente». «Eran duras porque había muchos resentimientos, había poca experiencia en barcos de hierro, decían que la gente iba a sufrir mucho con el vapor pero el barco ya tenía ventilación forzada. Decían que iba a dar grandes balances y los dio pero creo que no fueron mayores que otros barcos de la época», ahondó el historiador naval quien destacó la buena disciplina a bordo.

Marcelino González repasó otro hitos importantes en aquella fragata Numancia, entre ellas la de trasladar al futuro rey de España, Amadeo I de Saboya, o su labor durante el acantonamiento de Cartagena o la Guerra de África.

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