En la jornada de este Jueves Santo se han celebrado dos desfiles procesionales muy tradicionales en nuestra ciudad, el de la Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y el del Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Piedad. Dos procesiones que parecen dos museos en los que se muestra el arte y buen hacer de los imagineros y el fervor y religiosidad de los cofrades. Arte y Fe se unen en estas dos procesiones que han recorrido las calles de la ciudad, la primera sin olvidar a su viejo-nuevo barrio de Esteiro y la de Dolores por el que casi se podría denominar «trayecto oficial» de las cofradías, el barrio de A Magdalena. El buen tiempo contribuyó a que las calles del recorrido de los dos desfiles procesionales estabiesen abarrotadas de ciudadanos.
PROCESIÓN DE LAS ANGUSTIAS
A las siete y media de la tarde se inició el andar de los cofrades de las Angustias en el recorrido procesional por las calles de Carlos III, Españoleto, San Amaro, Lugo, Real, Sánchez Barcaiztegui, Magdalena, Carmen y paseo de Pablo Iglesias para retirarse en el Santuario.
Abría marcha a la procesión la Cruz Guía a la que seguía la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte En el desfile procesional figuraba en primer lugar el paso de Jesús Nazareno, conocido como «el de Medinaceli», obra de Florencio Severo Gambino del siglo XVIII. La ornamentación del trono de caoba era a base de flores rojas. Sus cofrades vestían túnica negra y capa capuz morados, tras él la Banda de las Angustias.
El paso del Cristo de la Agonía, obra también de Gambino, datada en 1789, estaba adornado con gerberas y gladiolos rojos. Sus cofrades portaban hábitos negros y capa y capuz dorados. Les seguía la Banda Municipal de Ortigueira.
El tercer paso, el del Yacente, obra de Guillermo Feal del año 1957 iba adornado, muy sencillo, con unas rosas rojas, a su lado cuatro hachones de cera. Sus cofrades vestían hábito negro y capa y capuz azules. Seguía al Yacente una capilla música.
Y ya por último el paso de la Virgen de las Angustias. Un trono de plata adornado con numerosas flores blancas entre las que destacaban las gerberas y gladiolos. Los cofrades vestían hábito negro y capa y capuz blancos. Daba escolta un grupo de gastadores del Tercio del Norte de Infantería de Marina y detrás del trono cerraba la procesión la Unidad de Música del Tercio del Norte. Destacar la participación del tercio de Jesús Redentor de la Cofradía de la Merced y otro de la Cofradía de la Soledad.
PROCESIÓN DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA Y VIRGEN DE LA PIEDAD
A las once de la noche dio comienzo la procesión del Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Piedad, que ofrece con sus imágenes un breve resumen de la pasión del Señor. La procesión del Cristo de la Misericordia fue la primera en la que participaron cofrades de hábito y con las características de la moderna Semana Santa Ferrolana.
En esta procesión figuraba en primer lugar el paso de la Oración en el huerto. Imagen adquirida por el Ayuntamiento ferrolano en los talleres de Arte sacro de Olot en el año 1954.
Seguía el paso de Jesús Cautivo. Una talla de madera obra de Florencio Guerra Felipe en el año 1893. Figuraban también un guardia del templo, adquirida a una hermandad de Guadix y un centurión romano. El paso, plateado, iba adornado con claveles rojos.
Nuestro Padre Jesús Nazareno. Obra de madera de caoba tallada y policromada realizada en el año 1893 por Francisco Florencio Guerra Felipe. La ornamentación floral del trono, una magnífica obra en caoba, consistió en rosas moradas e iris morados.
Cristo de la Misericordia. Es una hermosa talla procedente de los talleres sevillanos del afamado escultor Manuel Romero Benitez. Fue adquirida para sustituir a la primitiva a la que se decidió retirar de procesionar. El trono, plateado, iba adornado con flores rojas. Le daban escolta una escuadra de gastadores de la Brilat, con guiones y banda de música.
Al paso del Cristo de la Misericordia ante la capilla de los RR.PP. Mercedarios se abrieron las puertas del templo y «salió al encuentro» del Crucificado la imagen de la Virgen de los Cautivos.
En la presidencia figuraban el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela; el almirante jefe del Arsenal, Vicealmirante Francisco Javier Romero Caramelo;el vicepresidente primero del Parlamento de galicia, Diego Calvo; mandos de la Brilat,; el presidente de la Cordinadora de Cofradías, César Carreño; así como numerosas autoridades civiles y militares y medallas de oro de la Cofradía.
Cristo Penitencial. Acompañando a su Cristo iba el tercio de la Penitencia portando pesadas cruces que arrastraban por las calles ferrolanas imitando el paso de Nuestro Señor camino del Calvario
Finalmente cerraba la procesión la bella imagen de la Piedad, en trono de palio lacado en azul con ornamentos plateados, y adornado con rosas blancas. Esta imagen va acompañada por sus cofrades, todas mujeres mayores de edad. La imagen de la Virgen, también llamada del Mayor Dolor es una talla de madera policromada de autor anónimo y datada en el siglo XVII. Vestía un traje de satén bordado en seda , babero y toca de encaje de blondas. El manto de terciopelo de Lión, color azul, con aplicaciones de plata está rematado por una mantilla de hilo de plata realizada en los talleres sevillanos de Fernando de la Poza. La Virgen está coronada por una pieza de plata de estilo imperial .
El «paso» era acompañado por una escolta del Tercio del Norte. Al finalizar la procesión, que recorrió las calles de Méndez Núñez, María, Arce, Magdalena, Carmen, Real, y Méndez Núñez, los componentes de la Brilat cantaron al Cristo y a la Virgen «La muerte no es el final» y «Una Madre no se cansa de esperar». Numerosísimas personas, varios millares, se dieron cita en la finalización del desfile procesional y premiaban con continuos aplausos la retirada de las imágenes, bailadas por los portadores, y las interpretaciones de los miembros de la Brilat