El secretario de Comunicación del BNG, Rubén Cela, ha informado este sábado de que su partido ha elegido la ciudad de A Coruña para celebrar su decimosexta asamblea nacional, que se celebrará los próximos 25 y 26 de marzo. Con esta elección, el Bloque pretende recordar su fundación, hace 35 años, en el Frontón de Riazor, concretamente en el año 1982.
El BNG celebra este sábado su Consello Nacional, en donde debate el reglamento y las tesis de la asamblea nacional, así como los nuevos estatutos de los que se va a dotar la organización frentista. Así, tras la aprobación de estos tres asuntos en el Consello Nacional, se les dará traslado a las asambleas comarcales, que tendrán que debatir y enmendar, y el fin de semana del 25 y 26 aprobar, las tesis políticas y organizativas que guiarán los pasos del BNG los próximos tres años.
Sobre las tesis que se debaten este sábado, ha asegurado que son «novedosas» en una doble vertiente. En primer lugar, por el proceso que las precedió: «Nunca antes en la historia del BNG hubo un proceso tan amplio, de casi un año de debate», ha subrayado Cela, quien mantiene que son las tesis «más debatidas, trabajadas y, posiblemente, con mayor participación de la historia del BNG».
En segundo lugar, ha continuado, estas tesis llevan a cabo una «actualización» de los análisis realizados por el Bloque sobre el contexto estatal e internacional, pero también en lo que respecta a la realidad de Galicia.
Así, en esta asamblea, el Bloque se reafirmará en los postulados básicos que lleva defendiendo la organización durante 20 años —Galicia como nación, derecho de autodeterminación, antiimperialismo y pacifismo, entre otros– pero también actualizará determinadas cuestiones —ecologismo, laicismo y derechos de última generación, entre otros–.
‘AVANZA GALIZA’
A continuación, ha hecho hincapié en que también se producirá una actualización de la estrategia política. Así, en el terreno político, el BNG se marca una nueva estretegia denominada ‘Avanza Galiza’, cuyo periodo de actuación será más amplio, ha precisado, que el estrictamente electoral.
«Marcamos una hoja de ruta para el BNG para los próximos años», ha explicado Cela, quien ha indicado que dicho trabajo no sólo se realizará desde una perspectiva electoral, sino también social.
Acto seguido, ha explicado que el Bloque tratará de consolidar un punto de inflexión en esta asamblea nacional, ya que, ha relatado Cela, existe una corriente de simpatía hacia el BNG que «va a más«, sobre todo, ha añadido, desde las últimas elecciones autonómicas.
INCORPORACIONES COLECTIVAS E INDIVIDUALES
Esto se puede observar, ha señalado, en las incorporaciones colectivas e individuales a la organización frentista. «Hay mucho por hacer, pero vamos en la buena dirección«, ha defendido el también portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Santiago, para luego agregar que el horizonte para las próximas municipales de 2019 es mejorar los resultados de los últimos procesos electorales, algo que ve «factible».
Y es que el Bloque no sólo busca recuperar el espacio perdido, sino que aspira, ha reivindicado el secretario de Comunicación del Bloque, a superarlo.
Asimismo, a nivel organizativo, los nuevos estatutos introducen «importantes cambios» con «mayor papel» tanto para los simpatizantes del Bloque como para la Comisión de Garantias.
COLABORAR CON OTRAS FUERZAS
Preguntado por si la próxima asamblea nacional del Bloque marcará un punto de inflexión en las relaciones con otras fuerzas políticas, ha manifestado que la posición de su partido es colaborar con aquellas organizaciones con las que pueden compartir determinados principios políticos y propuestas concretas.
En este sentido, ha recordado que, este mismo sábado, el BNG de Santiago apoyó los presupuestos municipales elaborados por Compostela Aberta, que finalmente fueron aprobados –el PSOE se abstuvo y el PP votó en contra–.
En esta línea, ha opinado que «no es imprescindible» la integración o la fusión para que pueda llegar a haber «estrategias de colaboración» con determinadas fuerzas con las que comparten principios programáticos. No obstante, siguen aspirando a que el BNG sea «la casa común del nacionalismo gallego».