El Aldebarán-Intasa de San Sadurniño no pudo cumplir el sueño de revalidar en la casa el título copero del año pasado y, de paso, hacer historia como único equipo en conseguir dos trofeos consecutivos. El encargado de arrebatarle al Sansa ese sueño fue el Sant Pere i Sant Palo que, igual que ellos el año pasado, era a primera vez que llegaba a la Copa Príncipe de Voleibol. El equipo tarraconense se deshizo este sábado con facilidad del Universidad de Valladolid y este domingo, en la final, tuvo que sudar los puntos contra un Intasa que pagó caros los errores a pesar de no hacer un mal partido. El resultado final quedó con un 0-3 que le supone al Sant Pere i Sant Palo marchar invicto de San Sadurniño y con la X Copa Príncipe bajo el brazo. Tras el lógico disgusto inicial, el Aldebarán-Intasa anda ya pensando en la próxima jornada liguera en que recibirá al Vigo con el objetivo de mantener el liderazgo de grupo y de seguir avanzando con paso firme hacia el ascenso a la máxima categoría del volei estatal.
El partido, al que asistieron la secretaria xeral para el Deporte, Marta Míguez Telle, y el alcalde Secundino García Casal, arrancó a las 12.00 h. con un pabellón municipal abarrotado de público entregado en todo momento a la causa local. Los primeros compases del encuentro mostraron ya la tónica del que se vería después, con un Sant Pere casi siempre por delante que sabría aprovechar todas las oportunidades de las que dispuso. Por su parte, la formación dirigida por Manuel Blanco exhibió buenas maneras en el saque, en los bloqueos y en varios finales espectaculares que, a pesar de todo, no lograron compensar la capacidad visitante para erguir balones a ranas de suelo y para recuperar jugadas que eran tantos cantados desde las bancadas.
Siempre por detrás, el Intasa tuvo que conformarse con un marcador final de 19 a 25 que no le mermar el ánimo. El segundo set fue mucho más igualado y también el más espectacular de la contienda deportiva. El Aldebarán logró ir por delante hasta el punto 14. El omnipresente Pakito cubría agujeros mientras el tándem Saulo-Gómez hacían el propio bloqueando con efectividad en la red. El brasileño fue uno de los grandes valores del encuentro suscribindo saques y mates espectaculares a los que también le estamparon su firma gente como Uxío, el propio Gómez o Parga, que combatió como pudo el marcaje bloqueadora del Sant Pere desde lo otro lado de la malla.
Cuando faltaban diez puntos para que cualquiera de los dos equipos alcanzara el final del set, los tarraconenses empezaron a avanzar poco a poco hasta alcanzar un diferencial de 6 puntos (16-22). Parecía sentenzado, pero el Intasa volvió a crecer recuperando balones imposibles y con tantos de Gómez y Saulo que inyectaron moral en una formación local incapaz de cogerle la manera a unos rivales que lo mismo mataban sin compasión que hacían dejadas en la red en apariencia inofensivas pero muy efectivas. Llegaron a ponerse 23 a 24 tras un potente mate de Gómez que, de tanta fuerza que llevaba, golpeó en un contrincante y volvió rebotado para fuera de la banda local.
Y en ese momento fue cuando llegó el que, sin duda, fue el punto decisivo del partido. El Aldebarán llevaba el servicio. Sacó y, tras recibir, el Sant Pere i Sant Palo ajustó el balón al límite de la banda con un golpe imparable. Ahí finalizaría el set (23-25) y empezaría a forjarse la derrota local. Y es que el tercero parcial del partido también iría para Cataluña gracias a una defensa muy efectiva y a aciertos en ataque alimentados por varios errores locales. El propio entrenador-jugador Manuel Blanco hablaría después del partido de los fallos como uno de los grandes factores de la derrota del Aldebarán-Intasa.
De nada sirvieron las exhortaciones a la afición del capitán Uxío y algunos tantos ciertamente espectaculares que, aun así, no fueron capaces de bajar de los 5 puntos a ventaja tarraconense, con un Álvaro Gimeno que brilló con luz propia y que, a la postre, llevaría el trofeo al jugador más valioso del torneo. El empuje de Gimeno -que hizo 18 puntos- y la experiencia de Sanllehí fueron decisivos para la victoria del equipo dirigido por Vladimir Stevovski. Sólo desperdiciaron una bola de partido y, tan pronto como la recuperaron, liquidaron el set y el partido.