Encantadoramente transcurrió la velada musical a cargo de la «Asociación Lírica Encantados» integrada por un «heterogéneo grupo de aficionados y estudiantes de canto que tienen en común la pasión por la lírica», cuya dirección artística es asumida por la profesora de canto Diana Somkhieva, una «gallega de adopción» procedente de Yerevan, la capital de Armenia, que desde 1998 viene orientando musical y también humanamente a una joven cantera de cantantes líricos que estudian y aprenden con su técnica, consejos e instrucciones.
Esta vez el concierto, toda una oportunidad para las jóvenes promesas, fue en el hermosísimo marco del Paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela, donde tuvimos la oportunidad de escuchar arias, lieder y canciones en las voces de las sopranos Ana Calvo, Marta Pérez, Salomé G. Alabalat, Nadia Fidalgo y Rosalía Cid; las mezzosopranos Marta López e Irene Zas, el tenor José Carballido y los barítonos Víctor Gómez, Samuel Bugía y Alejandro Baliñas; todos ellos acompañados por el piano de la jovencísima Mary Somkhieva, que cursa actualmente sus estudios en Italia perfeccionándose en la especialización de repertorista.
Acertadísima la elección de repertorio, adaptado a las características y posibilidades de cada intérprete sumándose todo ello un generoso buen gusto: De Mendelssohn Bartholdy escuchamos el «Canto della será», el «Viaggio per mare» y «Come poss´io allegra star»; de Händel, el «Homero de su época», como apuntaba Cowper, escuchamos el «Dignari»; un aria de « Lucrezia Borgia», «Nella fatal di rimini» de Donizetti; de Vicenzo Bellini, la arietta « Vanne, o Rosa Fortunata», una de las quince composiciones que escribió para voz y piano, probablemente en 1820 y favorita para muchos cantantes; el «Shepferd» de Purcell; la bonita aria del primer acto de «Turandot» la ópera que Puccini no pudo terminar personalmente, el «Signore ascolta»; del veneciano Benedetto Marcello «il mio bel foco», una música llena de imaginación y técnica sutil; el célebre y bello fragmento de inolvidable melodía, el «Vals de Musetta», de «La Boheme» de G. Puccini; la obra sagrada de Pergolesi, compuesta en las últimas semanas de vida del compositor, su «Stabat Mater»; el número más famoso de «Los Cuentos de Hoffmann», escrita primeramente como «canción de los elfos, la «Barcarolla» de J. Offenbach; de P. Mascagni «Son pochi fiori» de la ópera «L´amico Fritz» y de Mozart, el único, el divino, arias de «Don Giovanni» y «Las bodas de Fígaro», en brillante final.
Todos los jóvenes intérpretes, de los que seguro el tiempo nos propondrá volver a hablar, resolvieron dignamente cada papel, cada rol, en este concierto que fue «in crescendo» en calidad, celebrándose especialmente los dúos, como los de José Carballido y Samuel Bugía, el de Marta Pérez e Irene Zas o el de Rosalía Cid y Alejandro Baliñas. Sirvan estas líneas ferrolterranas de estímulo y ánimo a todos los participantes, que confirman la importante cantera de voces con la que contamos actualmente en Galicia.