Sobre las nueve y cuarto de la tarde de este sábado se requirieron los servicios de los Bomberos de Ferrol debido a que una niña se había quedado encerrada en su vivienda de la calle Nueva de Caranza, 110, y sus padres no podían acceder a ella.
Todo ocurrió cuando los padres de la niña, de tres años, salieron un momento a las escaleras y dejaron la puerta abierta. La menor la cerró y ante sus llantos y no poder acceder al pìso los padres tuvieron que avisar a los Bomberos de Ferrol que acudieron con el camión-escalera y accedieron desde la calle al cuarto piso en la calle Nueva. Tras poder abrir la puerta, desde dentro, todo se quedó en un susto.