El ferrolano Javier Gutiérrez en la cresta de la actualidad audiovisual
María Fidalgo Casares (Doctora en Historia)
Javier Gutiérrez (Ferrol 1970) está de enhorabuena… Hace doblete en los dos productos audiovisuales que acaparan el interés de crítica y público:una nueva serie y una película que promete ser la película del año.
Tanto en la serie como en la película, el ferrolano Javier Gutiérrez tiene un especial protagonismo.
La serie se llama «Lo que escondían sus ojos», título cursi donde los haya, que recuerda a los antiguos seriales radiofónicos de Sautier Casaseca.
Está ambientada en la España de los 40. Gutiérrez no tiene un papel de peso en el metraje de la película, pero su intervención es fundamental por la importancia de su personaje, ya que representa a Francisco Franco. De hecho, en los títulos de crédito no aparece en la lista de los actores, sino como aparición estelar. No es la primera vez que interpreta al dictador.
Javier Gutiérrez, comparte protagonismo con Blanca Suárez, Rubén Cortada, Pepa Aniorte y Emilio Gutiérrez Caba y pese a que el guión muestra un personaje estereotipado, está bien en el papel, atiplando la voz tal cual la tenía el Caudillo. Sus intervenciones en el único capítulo emitido, son muy convincentes. Gutiérrez respecto a su intervención ha manifestado «Quise ahondar en su lado humano, y no en la caricatura» «He visto muchos vídeos y he leído libros de historiadores como Ángel Viñas.». Eso desde luego no lo ha conseguido en absoluto, al menos en el primer capítulo de la serie, pero tampoco pensamos precisamente que Ángel Viñas sea un referente de neutralidad.
Este Franco de la serie habla incongruentemente de «los republicanos» cuando tanto él, como su bando y hasta ellos mismos, preferían la denominación de «rojos». Pero es más, el uniforme del Generalisimo , no se ajusta a la realidad, ni al uniforme de diario (usado habitual)
La miniserie de Telecinco está basada en la novela de Nieves Herrero. Los que la han leído dicen que está bien escrita, aunque la Herrero para los anales de la historia le quedará el dudoso honor de haber hecho un programa tan reprobable que nadie ha olvidado (cuando sentó a los padres de Alcasser en una plataforma en el medio del pueblo recién encontrados los cadáveres) .
Es un folletín rosa donde se evita una trama política de hondura y todos los personajes salen bastante mejorados menos Franco,ya que ha habido un interés por ridiculizar a su personaje. Muy obvio en las tomas en picado de las primeras escenas, donde junto a Serrano Súñer le hacen parecer un enano y el otro un gigante, cuando es cierto que había diferencia de estatura, pero dentro de la normalidad, como puede verse en las fotografías.
No han sabido captar la esencia del personaje de Serrano Súñer de poder casi omnímodo y un magnetismo único en la época de máxima germanofilia y que aparece simplificado en un guapísimo chulito disfrazado, guapo a reventar pero nada distinguido. Serrano era tan elegante que los gerifaltes italianos- empezando por el mismísimo Conde Ciano-envidiaban tanto su porte que llegaron a querer encargar sus trajes en el mismo sastre madrileño, aunque con poco éxito porque el hábito no hace al monje aunque ayude mucho..
Porque Serrano Súñer, el protagonista principal y cuñado del Caudillo está interpretado por un guapísimo Rubén Cortada, actor irregular ( en El Príncipe estaba mucho mejor ) y muy lejos del carisma y del inmenso atractivo del personaje real… aunque al menos lo han puesto guapo no como en “Entre costuras» que pusieron a un actor bajo, calvo y rechoncho.
Serrano era tan guapo que escapó de la muerte vestido de mujer cuando iban a por él…Su pelo no era negro como en la serie, era completamente blanco,atípico en un hombre tan joven. Al igual que María Antonieta amaneció con el pelo blanco el día que iba a ser guillotinada, en Serrano -según el nada sospechoso de derechismo Hugh Tomas-, fue el resultado de la impresión de conocer el asesinato por los «rojos» de sus dos hermanos falangistas.
Si hubiera sido republicano hubieran salido las imágenes dramáticas de sus dos jóvenes hermanos asesinados por el fascio, pero como fueron asesinados por los republicanos, se pasa de largo..porque ahora no interesa. Como sabemos la memoria histórica es una memoria partidista.
CUALQUIER PARECIDO CON UN UNIFORME DE FALANGE DE LA ÉPOCA ES PURA CASUALIDAD
Lo que llama la atención es el desbarajuste en su uniformidad. Hay una falta de profesionalidad absoluta en aquellas personas que participaron en la ambientación del vestuario. La caracterización raya el ridículo.
Sin ser experto en uniformes -sólo ir a google, y poner «gorra falange», todas las que salen llevan una galleta con el escudo del águila, el yugo y las flechas. Sin embargo, en la gorra del actor, lleva el emblema del Ejército de tierra con la corona borbónica, en lugar del águila de San Juan.. vamos, que imita a una gorra del Movimiento pero con el escudo de FFAA….de Juan Carlos I. El barboquejo es erróneo porque carece de nudos, la cinta de la gorra está confundida, porque ese modelo era en negro…Los vivos de la hombrera son inventados , el color del yugo y las flechas equivocado. Es rojo.
En la serie los actores están casi todos bastante flojos, la trama muy simplona aunque estéticamente es hermosísima.
La protagonista, la Marquesa de Llanzol, está espectacularmente atractiva, aunque no se entiende la licencia cinematográfica de duplicar los 20 años que el Marqués de Llanzol llevaba a su mujer en la vida real, a los 40 que le lleva en la serie haciéndole parecer un abuelo y no un maduro marido. Eso sí, está interpretado por el mejor actor del plantel Emilio Gutiérrez Caba que hace el papel de Francisco Díaz de Rivera Casares por cierto primo de los Casares Bescansa ferrolanos.
Algunas de las escenas se han rodado en el Balneario de Mondariz.
«Los últimos de Filipinas»
«Los últimos de Filipinas», de reciente estreno. Javier Gutiérrez tiene uno de los papeles protagonistas junto a Luis Tosar.
Un tema también muy ferrolano, ya que Filipinas es una tierra muy próxima. No sólo existe en al archipiélago un municipio llamado Ferrol, sino que significados ferrolanos destacaron en sus episodios históricos, como los Generales Antón Iboleón, Montojo o De Artíñano... y durante el siglo XX muchos hogares atesoraron muebles y objetos artísticos oriundos de allí. Las ferrolanas eran conocidas por lucir los mejores mantones de Manila en toda España.
La película de los últimos de Filipinas, aún no la hemos visto, no podemos hablar del papel del ferrolano. Ya les contaremos. Lo que sí sabemos es que sí ha contado con el asesoramiento de los sesudos historiadores Miguel Ángel Leiva Ramírez y Miguel Ángel López de la Asunción que escribieron «Los últimos de Filipinas: Mito y realidad del sitio de Baler» editado por la Editorial Actas, novela que recomendamos encarecidamente.
Nos recuerda nuestro Javier Gutiérrez en cierta manera a Alfredo Landa que empezó con papeles casi cómicos, como él en «Águila Roja» y ha demostrado en sus últimas producciones como «La Isla Mínima» ya pasada la cuarentena -como Landa en «El puente» o «Los Santos Inocentes»– ser uno de los mejores actores del cine español.
Nuestra enhorabuena a esta exitosa trayectoria.