La fragata «Álvaro de Bazán», perteneciente a la Armada Española, ha atracado en la mañana de este viernes en el muelle de la Margen Norte de Santander y podrá visitarse este sábado antes de que ponga rumbo a Ferrol, donde está ubicada su base permanente.
Este buque, construido en la factoría ferrolana del astillero Navantia, se entregó a la Armada en 2002 y es el primero de los cinco de esta clase (F-101), que adopta el nombre de Álvaro de Bazán, según ha explicado el capitán de Fragata, Joaquín Ruiz Escagedo, durante una visita de los medios de comunicación a la embarcación.
La fragata, que ha estado realizando labores de vigilancia y presencia aérea en diversas zonas del Mar Cantábrico durante los últimos días, tiene como objetivo preservar los intereses nacionales y garantizar la seguridad, ha afirmado Ruiz Escagedo.
Este tipo de buque está preparado para prevenir, disuadir y dar respuesta, las 24 horas del día, a posibles amenazas y puede detectar y seguir cientos de blancos aéreos y de superficie al mismo tiempo, ha detallado.
Actualmente 201 efectivos conforman la tripulación de este buque, que tiene capacidad para un total de 235; a bordo van 23 oficiales y cerca de 40 suboficiales.
Esta fragata, al igual que el resto de este tipo, cuenta con un sistema de combate «muy avanzado» que es norteamericano, ha detallado el capitán del buque, quien ha explicado que las empresas Navantia, Faba e Indra han sido las encargadas de integrar este sistema en sus barcos, los cuales son más ligeros, 6.000 toneladas, que los americanos (9.000 toneladas).
Según Ruiz Escagedo, España es el tercer país, después de Estados Unidos y Japón, en integrar este sistema de armas AEGIS en sus buques, que junto con el radar multifuncional asociado (SPY 1-D) y el cañón principal de 127 milímetros de calibre, tienen capacidad para detectar amenazas aéreas y de superficie a larga distancia.
Estos barcos también llevan un helicóptero, dotado con un sistema que incluye sensores y armas que permiten la detención y el ataque a buques de superficie y submarinos, además de otras armas, que «nunca han sido utilizadas», excepto en ejercicios y pruebas.
El capitán de la «Álvaro de Bazán» ha explicado que está previsto que el buque participe próximamente junto con el destructor americano de la clase USS «Carney» en ejercicios que buscan mejorar la integración entre los buques estadounidenses de la Base Naval de Rota y las fragatas de clase «Álvaro de Bazán».
Hasta el momento las cinco fragatas de esta clase, pertenecientes a la Armada Española, han participado únicamente en misiones de vigilancia y prevención contra la piratería, tanto en aguas nacionales como internacionales, y que nunca han operado en misiones de combate.