La central térmica de As Pontes mejorará sustancialmente su eficiencia ambiental y prolongará su vida útil otros veinte años con un proyecto cuya ejecución ha sido aprobada por el Consejo de Administración de Endesa. La instalación recibirá una inversión de 218 millones de euros entre el año próximo y junio de 2020.
Construida en la década de los 70, la central térmica de As Pontes cuenta con cuatro grupos de 350 megavatios y ya había sido objeto de dos proyectos de modernización a mediados de los años 90 y entre 2005 y 2008, pasando de consumir lignito local a hulla de importación.
Ahora, con esta inversión, será adaptada a las exigencias de funcionamiento que establece la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) de la Unión Europea. Esta norma fija unos valores de emisiones de gases y partículas más rigurosos que los hoy vigentes. La compañía ha decidido no sólo asumir esos límites, sino incluso afrontar otros todavía más ambiciosos, para que la instalación sea modélica desde el punto de vista ambiental.
Las medidas que se van a implantar consisten en mejorar la desulfuración y la desnitrificación en el proceso de generación de energía eléctrica a partir de carbón importado. La central contará con dos desulfuradoras húmedas que permitirán una reducción del 80 % en las emisiones de dióxido de azufre (SO2). La disminución de los óxidos de nitrógeno será del 60 % gracias a la instalación de una desnitrificadora, lo que se suma a las medidas ya implantadas en los grupos 2 y 4.
Con respecto a las partículas, ya no se precisa una actuación específica, porque la central cumple actualmente los requisitos fijados por la DEI e, incluso, la instalación verá mejorada su eficiencia en este aspecto con la elección de la desulfuración húmeda.
La solución elegida por Endesa está pensada para ir más allá de los límites DEI, ya que se pretende incorporar sistemas de reducción de emisiones que cumplan lo establecido en los documentos europeos de referencia para las mejores técnicas disponibles (BREF), que incorporan valores mucho más restrictivos en todos los parámetros. Tanto la desnitrificación como la desulfuración húmeda son tecnologías probadas y con una alta eficiencia.
Los trabajos comenzarán en 2017 y se prolongarán hasta junio de 2020. Durante ese período, habrá un elevado nivel de ocupación de empleados de empresas contratistas. A la operación ordinaria de la térmica están vinculados ochocientos puestos de trabajo, entre personal propio y ajeno.
El Consejo de Administración de Endesa ha podido acordar esta inversión una vez analizada la viabilidad de la central de As Pontes en el contexto actual y perspectivas de futuro del sector energético español, dando así prueba de la voluntad de la compañía para asegurar la continuidad de sus instalaciones, si las condiciones económicas y regulatorias lo permiten, con el fin de asegurar el suministro durante la fase de transición que será necesaria hasta llegar a un sistema energético plenamente descarbonizado.
Además de la unidad de carbón, el centro productor que Endesa tiene en As Pontes cuenta con una central de ciclo combinado de gas natural, de 850 megavatios de potencia, con dos centrales hidráulicas (62,8 MW) y varios parques eólicos. Su trascendencia socieconómica para Galicia es muy relevante.