Balance de un año, en Ortigueira

ortigueira-14-6José Manuel Afonso Costa,-(F E. de las JONS-Ortigueira)

El día 15 de junio se cumple un año de la toma de posesión del actual equipo de gobierno municipal. Si tenemos que hacer una valoración, el resultado no puede ser más que negativo.

Es negativo en lo económico, pues a día de hoy ignoramos el estado de cuentas eso que prometieron que lo primero que iban a hacer es una auditoría externa. Prometieron transparencia y nos vendieron humo. Pero también es negativo en la gestión, se observa tal deterioro en el paisaje y es tal la desidia y abandono como no se recuerda en ninguna época anterior. Estos vienen a hacer buenos a los anteriores gobernantes (que ya es decir). Por algo proceden de la misma escuela, la conocida en Ortigueira como « campista”, ambos son alumnos aventajados. Si yo fuera socialista rompería el carnet por dignidad y vergüenza.

Sobran «saraos” ( en eso son verdaderos maestros), pero escasea voluntad de trabajo.
Las arcas municipales están según nos dicen casi en quiebra. No obstante, eso no es óbice para que planteen reducirse su asignación, a pesar que en sede plenaria el alcalde dijera que en algún momento se le pasar por la cabeza el hacerlo, pero, al parecer aún no toca.

Haciendo una simple división, vemos una cifra escandalosa para un Municipio de poco más de 5.000 habitantes y bajando. Sólo en sueldo del alcalde, al margen de lo que cobra por la Diputación (también es diputado provincial), percibe 45.000 € brutos anuales que dividido por 12 arroja un resultado de 3.750 €/mes. A esa cifra hay que añadir lo que cobran los concejales por media jornada. Alegan que nos sale más barato que el anterior, pretenden hacernos ver lo negro como blanco. Es todo lo legal que se quiera pero es inmoral teniendo en cuenta la situación en que nos encontramos, sin trabajo y sin futuro. Si aún hicieran algo podría admitirse, pero a nuestro parecer, si trabajaran en la empresa privada hace tiempo que les hubieran dado el finiquito.

Los vecinos pedimos por decencia, menos demagogia y que se pongan «el mono de trabajo”, pues cobran de nuestros impuestos. Probablemente, al contrario de lo que ellos quieren justificar, si se marcharan a su casa poco perderíamos. Pero no caerá esa breva. Se agarran al poder como la lapa a la piedra. Cuando finalice la legislatura volverán rodeados de sus escuderos ofreciendo el oro y el moro en busca del voto, tal como hicieron en esta, como en los mejores tiempos del caciquismo, silenciando a todo el que se atreva a levantarles la voz. Y como la gente quiere fiestas y «pinchitos”, seguramente tenemos lo que merecemos.
Nosotros, sin embargo, no nos resignamos a ver morir a nuestro pueblo (villa y parroquias) y, o nos cortan la lengua, o vamos a seguir denunciando todo abuso e injusticia.
Para que se sepa públicamente, estamos vetados por un medio provincial. Y , en el local, nos dicen que hasta que pase la conmemoración del centenario de ese medio, no nos van a publicar. La sospecha sobrevuela, no quieren ninguna voz crítica. Pero nos vamos a revolver como el gato panza arriba.

 

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