En su labor de defensa y puesta en valor del Patrimonio Cultural, el Foro de Amigos de Ferrol (FAF) y la Asociación en defensa del Patrimonio de Ferrolterra (PAFERR) recuerdan el estado actual del Baluarte del Infante, obra que queda del recinto fortificado de Ferrol del siglo XVIII
EL RECINTO FORTIFICADO DE FERROL. AÑOS 1769 A 1774
Tras varios proyectos anteriores, en Agosto de 1768 se dispuso la construcción de la muralla defensiva de la nueva ciudad de Ferrol. Con este motivo, Francisco Llobet, ingeniero Director del Reino de Galicia, elaboró un proyecto de fortificación de la plaza, colocándose el 25 de Abril de 1769 la primera piedra.
El recinto defensivo, con un perímetro total de 6.856 metros, tuvo un presupuesto inicial de unos 5.300.000 reales de época, incluyendo los gastos de material, la compra de terrenos y los gastos de personal. En Septiembre de 1769 Dionisio Sánchez de Aguilera se hizo cargo de las obras, que quedaron rematadas en Agosto de 1774.
El recinto se dividía en cuatro partes: la primera enlazaba el Arsenal y el Astillero; la segunda incorporaba las defensas interiores del Astillero; la tercera se extendía entre las ensenadas de Caranza y A Malata y la cuarta unía la ensenada de A Malata con el muelle de Curuxeiras. Previamente se había llevado a cabo la fortificación de la dársena por parte de la Armada.
La fortificación terrestre, además de las baterías situadas en sus extremos de Caranza y Curuxeiras, disponía de siete baluartes intermedios: los de San José, del Rey, del Príncipe, del Infante, de San Carlos, de Santiago y de A Malata. La muralla, carente de foso defensivo, era una construcción sencilla a base de pizarra y mampostería, mientras los baluartes estaban elaborados con sólida cantería en su frente y se dotaban de más de 100 cañones, almacenes de pólvora, cuerpos de guardia y unos pequeños fosos protectores.
Sin llegar a construirse el Cuartel para el regimiento de Infantería, proyectado por Sánchez de Aguilera, en el amplio perímetro del recinto amurallado se abrían dos puertas terrestres, las de Canido y Caranza, a las que se agregaría en el año 1811 la Puerta Nueva, convertida luego en la principal entrada a la ciudad de Ferrol desde la Carretera de Castilla. Además existían las desaparecidas puertas de mar de Curuxeiras, San Fernando y Fontelonga, conservándose hoy interesantes restos de esta última.
La posterior construcción a partir de principios del siglo XX del Cuartel de Infantería, el hoy llamado Sánchez de Aguilera, los sucesivos planes urbanísticos de la ciudad y la expansión de la empresa Navantia, originaron que quedasen escasos restos importantes de la fortificación defensiva de la ciudad, que no supo conservar esta construcción como parte de su patrimonio histórico.
Del amplio recinto defensivo que rodeaba Ferrol, apenas se conservan hoy el baluarte del Infante, reformado durante el siglo XIX y hoy convertido en el Archivo Militar del Noroeste, en la avenida del Rey; el baluarte de San Carlos, ligeramente restaurado, en el barrio de Canido; y la batería de San Juan, convertida en parque público en el muelle de Curuxeiras (los dos últimos de propiedad municipal).
EL BALUARTE DEL INFANTE
El baluarte del Infante es el mejor conservado de los siete que se integraban en el recinto amurallado de Ferrol. Se accede a su recinto a través de una amplia rampa que conduce a una plataforma elevada donde se asentaba la batería artillera. En su interior dispone de dos cuerpos de traza longitudinal con las oficinas y de una zona ajardinada donde se encuentra el actual edificio para uso de los investigadores.
A partir del año 1884 el baluarte del Infante sirvió de alojamiento al recién creado Batallón de Artillería de la plaza. Tras su remodelación y ampliación, desde el año 1902 fue el acuartelamiento del Regimiento de Artillería Antiaérea número 72, hasta su traslado el año 1988 al Cuartel Sánchez de Aguilera.
Finalmente, fue acondicionado desde Mayo de 1996 como Archivo Intermedio Militar del Noroeste, función que hoy sigue desempeñando.
Entre la documentación que se custodia y está a disposición de los investigadores en el este Archivo Militar destacan la perteneciente a las antiguas Capitanías Generales de Valladolid, Burgos y La Coruña, a las Unidades de la Fuerza desplegada en diferentes localidades del Noroeste de la Península, a los Centros de Reclutamiento, a los Hospitales Militares y los expedientes de Justicia Militar.
Tanto la zona interior del baluarte del Infante, que hoy se encuentra en uso como Archivo Militar y lugar de consulta para investigadores, como el exterior de su frente principal que da hacia la Avenida del Rey, se encuentran perfectamente cuidados y en buen estado de conservación. Todo lo contrario ocurre con la parte trasera del baluarte, la zona que mira hacia el Paseo de la Estación, uno de los lugares de entrada de visitantes a la ciudad, que se encuentra con la vegetación y la hiedra cubriendo parte de los muros, los hojas de los árboles sin podar ocultando su visión, un antiestético cierre colocado paralelo a la acera del Paseo y una abundante cantidad de escombros a su alrededor, que debiera retirarse.
Aracil, Carlos de – Burgoa, Juan J. “Vida y obra en Ferrol de Dionisio Sánchez de Aguilera”. Estudios Mindonienes, número 31. Ferrol – Mondoñedo 2015.
Fort Roldán, Nicolás. “Las murallas de Ferrol en el siglo XVIII. Descripción del recinto”. Anuario Ferrolano para 1901, Ferrol.
López Hermida, José – Rial Quintela, Carmen. “Archivo Intermedio Militar del Noroeste”. Ferrol 2010.
Montero Cereijo, Ramón. “Lo que no se sabe de la muralla de Ferrol. Génesis y ocaso del recinto amurallado de la plaza”. Universidad de A Coruña, 2012.