El mar es de esas cosas que forma parte del ADN de los ferrolanos estemos cerca o lejos de sus ondas, que marca nuestros pasos en la vida, nuestra forma de ser y de pensar, nuestra idiosincrasia, nuestros sueños y nuestras morriñas. Es de esas cosas que quizás no valoras porque lo tienes a diario y que solo cuando tus pasos se encaminan a otros lugares donde no lo tienes lo añoras y valoras en su justa medida. Pero no es lo único desgraciadamente en nuestro ADN de lo que no nos damos cuenta en el día a día o no damos importancia quizás porque estamos anclado en que lo nuestro es algo pueblerino, trasnochado, de mode y buscamos lo atrayente en otros lugares como A Coruña… que aunque tradicionalmente siempre fue «nuestra Némesis», dicho esto cariñosamente, siempre nos fascinó como evolucionaba mientras nosotros nos estancábamos. Quizás entre otras cosas porque siempre se han sentido orgullosos de sus tradiciones y han luchado para que éstas alcanzaran un lugar especial. A nadie se le escapa la importancia que han tomado últimamente las Hogueras de San Juan en la ciudad de Cristal, por poner un ejemplo. Desgraciadamente es una cosa que se echa en falta en nuestro Ferrol, y aunque afortunadamente se han dado pasos en algunos campos como los de la Semana Santa, que espero no seamos capaces de cargárnosla, no es así en otras muchas manifestaciones como la noche que hoy nos ocupa la de Las Pepitas.
Ferrol lleva en sus genes la música, aunque vaya desapareciendo el cante de tabernas entre otras cosas, como lleva la ronda, y el orgullo por sus mujeres, por ello debe de sacar su orgullo y potenciar su fiesta no solo como una reafirmación de su ser sino como una forma de atraer a todos aquellos que no nos conocen y que aunque solo sea por una noche puedan sentir el embeleso de una ciudad cuando se lanza a la calle y se hace arte. Solo así recuperando nuestra identidad, nuestras tradiciones, nuestro ser podremos llegar a tener un futuro y estar situados en el mapa. Porque el camino para que otros piensen en nosotros y nos tengan en cuenta es que primero nos tengamos a nosotros mismos. Por eso solo puedo deciros Feliz día de Las Pepitas y aunque sea en la distancia nas ondas do mar seguiré soñando con Ferrol.
Me gustaria saber si el autor del artículo «nas ondas do mar»sanz Aneiros, es hijo de Angel Sanz, marino de profesión y de Marcha Aneiros.Gracias
Mi padre se llama Cesareo Sanz Corraliza, marino retirado y mi madre Maria del Carmen Aneiros Lopez