Presupuestos falaces, cuentas disfrazadas

Miguel Ángel Pazos (*)

Los autodenominados alcaldes del cambio poco a poco van dando muestras de lo que pueden ofrecer en sus respectivos gobiernos locales en lo que a gestión se refiere. Desde el abordaje que hicieron a sus alcaldías, se venía especulando con cómo serían las primeras cuentas y ordenanzas de los nuevos ejecutivos locales que se erigen a sí mismos en reyes de la decencia.

Lo cierto es que estos presupuestos brillan por su ausencia, dado que han comenzado el año 2016 sin presupuestos para el año 2016. Y no solamente eso, sino que algunos, como es el caso del alcalde de A Coruña, ha anunciado que si no consigue sacar sus presupuestos adelante no tendrá remilgos en gobernar con los del Partido Popular (pero… ¿no eran tan malos esos presupuestos?).

En estos meses del supuesto «cambio», también han dado pinceladas de lo que quieren en cuanto a fiscalidad. Resumiendo: subidas de impuestos «a los que más tienen», típico eslogan de la izquierda que no hace otra cosa que encarecer la vida de la gente en el terreno municipal.

¿Encuentran el parecido con algún otro ayuntamiento cercano? Les daré una pista: Narón.

Narón sigue a la cabeza en subidas de impuestos anuales, y este año no pasará a ser una excepción. A pesar de que el alcalde se esmeró en hacer ver que a «alguna gente» le iba a bajar el IBI, quedó comprobado en el debate de las ordenanzas que eso era una falsedad manifiesta que denunciaron tanto Partido Popular como Eliximos. EU si no tiene que ver con alguna disertación estalinista no interviene, que eso de Narón le da igual.

Otro aspecto similar con los autodenominados gobiernos del cambio son los presupuestos. Narón también ha comenzado este año 2016 prorrogando los presupuestos del 2015.

No obstante, el gobierno se está encargando de presentar las cuentas durante estos días, y se presentan algunas novedades como la inclusión de un «servicio de bomberos» propio que no es tal, dado que siguen siendo agentes de emergencias sin la preparación necesaria equivalente a otro cuerpo que si la tiene (lo cual no los hace menos profesionales, simplemente buenos profesionales de ámbitos distintos aunque similares).

El caso es que después de haber anunciado durante todo el año que tener un servicio de bomberos propio costaría menos que el convenio con Ferrol (que rondaba los 400 mil euros de los que el Ayuntamiento no abonaba ni la mitad, en su eterno gusto por no pagar a quien debe), nos encontramos en el presupuesto con una cifra que, entre equipos, personal, pluses, extras, gasolina y demás (curiosamente la partida que menos inflada está es la del material de extinción de incendios) se acerca más al millón de euros que a los 400 mil: más de 800 mil euros. Y de esos, solamente 3 mil son dedicados a material contra incendios. Un lujazo de servicio.

Suponemos, por tanto, que al gobierno local (que a pesar de llevar 30 años ahí también se autoproclama «del cambio») los Reyes Magos le trajeron carbón, y quiere volcar sus iras con el resto de los vecinos. Lástima que ellos no tengan la culpa.

(*)-Presidente de NN.XX del Partido popular de Narón