Pese a que la ciudad de Ferrol se encuentra en un período de atonía, incluyendo el aspecto cultural, no dejan de realizarse, con relativa frecuencia, presentaciones de libros y publicaciones de temas históricos relativos a la ciudad. Estas publicaciones en ocasiones están editadas en el propio Ferrol y en otros casos se editan en otros lugares. El Centro Cultural municipal, las sedes de la Autoridad Portuaria y la Exposición de la Construcción Naval, la Galería Sargadelos, el Ateneo Ferrolán, el Casino Ferrolano y, en ocasiones, alguna librería de la ciudad, son el marco utilizado para estas presentaciones.
Ferrol es una urbe marcada por su calidad de ciudad naval, donde la Armada, su Arsenal y sus buques, la construcción y las industrias navales, la actual Navantia y Astano, y otras instalaciones industriales, muchas veces relacionadas o derivadas de las anteriores, han dejado su impronta. En consecuencia, muchos de los libros que aquí se presentan tratan precisamente de estos temas navales e industriales. Este es el caso de dos publicaciones recientes: «La Graña – La Cabana. Base e industria naval (1726 – 2015)», obra conjunta de Jaime Antón y Alejandro Anca; y «La fábrica de acorazados. La Sociedad Española de Construcción Naval en Ferrol (1909 – 1936)», de la autoría de José María de Juan-García Aguado.
La primera de las obras se presentó el 30 de Octubre del pasado año 2015 en la sede de la Autoridad Portuaria. De manera esencial la publicación consta de tres partes diferenciadas: la evolución del Real Astillero y Arsenal de La Graña en los siglos XVIII y XIX, la completa historia de un siglo de la Estación Naval de La Graña, y las vicisitudes y evolución de los astilleros de La Graña y del varadero y astillero de La Cabana. La obra se dota de una ajustada documentación y de un buen número de fotografías de interés.
Tras un estudio histórico que recuerda los inicios de la construcción naval en Ferrol, los autores estudian los orígenes de la villa de La Graña y documentan la evolución del Real Astillero allí levantado, hasta que se decide la construcción del Arsenal definitivo de la Base Marítima del Norte en la ensenada de Esteiro. Continúa la obra con un estudio histórico de la Base Naval de La Graña, construida a partir del año 1915, en base al proceso de modernización de la Armada, impulsado por la Ley Miranda del año 1915.
La última parte de la publicación trata de forma minuciosa la evolución de los astilleros privados de este margen Norte de la ría de Ferrol desde principios del siglo XIX, dando a conocer una historia de gran interés relativa a las actividades empresariales de la sociedad ferrolana. Particularmente interesante es la historia del varadero y astillero de La Cabana, cuyas singulares características y relativo buen estado de conservación están pidiendo que se acometa su puesta en valor de manera inmediata.
La segunda publicación se presentó finalizando el pasado año 2015, el día 16 de Diciembre, en la sede de la Fundación Exponav. En líneas generales la publicación trata de un interesante período de la Factoría Naval de Ferrol, el comprendido entre los años 1909 y 1936, en los que la empresa que llevaba el nombre de Sociedad Española de Construcción Naval desarrolló una importante actividad en el astillero ferrolano.
El autor, ingeniero naval, catedrático de la Universidad de A Coruña e historia de temas navales desde el siglo XVIII hasta la actualidad, desarrolla a lo largo de la publicación la historia de un período que comienza con la ley Maura-Ferrándiz, sigue con la reseña de la ejecución y construcción de los diferentes buques de guerra, de acorazados a minadores, incluso trasatlánticos, terminando con la incautación de la factoría el año 1936.
La publicación, completada con una interesante aportación documental y unas notables fotografías de gran valor histórico, explica como «La Constructora», así llamada por los ferrolanos, impulsada por el gobierno de Antonio Maura con el almirante José Ferrándiz de Ministro de Marina, se creó el año 1909 para llevar a cabo un ambicioso Plan de Escuadra, que marcó el renacimiento de la industria de la construcción naval en España, significando un fuerte impulso para la ciudad de Ferrol.
Además de suministrar una detallada información de las construcciones llevadas a cabo en el astillero y de las obras de modernización realizadas en el mismo, el autor trata de la organización del astillero y de los trabajadores del mismo, deteniéndose de forma especial en la tristemente desaparecida Escuela Obrera. Asimismo de gran interés es el último capítulo referido a la huella que la colonia inglesa dejó en la ciudad, desde el deporte hasta un lenguaje propio.
Coincidió la presentación de la segunda de las publicaciones con una exposición en la sede de la Fundación Exponav, relativa al período histórico de la construcción naval en Ferrol sobre el que trata el mencionado libro. La exposición es bastante completa y de gran interés, pero adolece de la carencia de un mínimo catálogo o folleto explicativo para el visitante.
Destaca en la exposición una pieza de gran valor histórico que, como tantas otras de la historia de Ferrol, estaba desaparecida de la vista pública. Se trata de la artística placa de bronce que daba nombre a la Plaza de Ferrándiz situada en el Cuadro de Esteiro, que fue inaugurada precisamente el año 1908 con motivo de la importancia que el llamado Plan Ferrándiz tuvo para Ferrol.
Es de esperar que una vez finalizada la exposición, el Ayuntamiento de Ferrol, dueño de la referida placa, la coloque en lugar público y visible, en vez de esconderla en algún sótano u otro lugar inadecuado del Panteón del Centro Cultural Torrente Ballester, donde los sucesivos Concejales de Cultura van almacenando desde el medieval Cristo errante de la Tahona y el escudo municipal de Ferrol de la Ilustración hasta notables muestras de pintura y todo aquello que debería estar en un Museo de la Ciudad del que vergonzosamente carece Ferrol, la Ciudad Ensimismada.
Creo que podría ser una buena idea hacer un museo municipal, pero hay que tener en cuente que los museos locales suelen atraer pocos visitantes y que generan más gastos que ingresos. En cualquier caso colaborando con la Facultad de Humanidades para la musealización, con la experiencia de las otras salas expositivas de la ciudad e incluso creando un sistema de becas de trabajo para la recepción de visitantes y la gestión podría ser un activo cultural importantísimo. Puestos a proponer una ubicación yo trasladaría Correos al Sánchez Aguilera y completaría la zona cultural en el entorno de la Puerta del Dique, cuyos espacios deberían ser frecuentados por todos los colegios de la comarca.
Muy buena idea. Habrá que convencer a Rajoy de que traslade Correos al Sánchez Aguilera. Con lo de las becas no puedo estar de acuerdo. Es de suponer que los trabajadores de un centro (sea público o privado) tienen derecho a salario y seguridad social, ya que es de suponer que se les exigirá la formación necesaria.
Desconozco por lo demás qué experiencia pueda tener la «Facultad de Humanidades» en musealización, pero me temo que ninguna, además, claro está, de no ser esa su función.
Yo creo que una facultad de Humanidades en una ciudad como Ferrol es un lujo que algunos no entienden: El itinerario de gestión de patrimonio cultural lleva impartiéndose desde el inicio de la titulación, allá por 1994. Que sus alumnos hagan prácticas en los museos de la ciudad debería ser una constante. No se trata de que tenga experiencia, si no de que aporte un punto de vista académico (muchos de sus profesores son historiadores, arqueólogos, geógrafos, documentalistas). El sueldo y el salario digno, que no le niego a nadie, es uno de los principales impedimentos a la hora de crear nuevos espacios expositivos. Un ejemplo: Si un sueldo digno son 1500 euros mensuales más pagas extras tener a dos empleados serían 42.000 euros al año ¿Qué horario cubres con dos personas? ¿Ponemos a cuatro? Pues 84.000; ahora métele el mantenimiento de la instalación, la luz, el agua, la limpieza, conservación, adquisición o restauración de fondos… e insisto en que no creo que puedas cubrir eso con visitas. Estas navidades visité el Aula de la Naturaleza y EXPONAV, en ambos casos estaba yo solo con mi familia, y eso contando con que uno es gratuito y el otro cuesta dos euros. Dar la oportunidad de participar en la gestión de un museo con un salario de prácticas es una excelente oportunidad para un estudiante (cuando yo estudié en esa facultad fue una de nuestras principales reclamaciones, y nunca se atendió).
Entre los acontecimientos artísticos de Ferrol también se inauguro la exposición de Gonzalez Collado en mi propia Galeria de la calle Santos 46, que tu conoces y a la que fuiste invitado personalmente,-No comprendo como se te puede olvidar tan facilmente siendo una exposición dedicada a la Acuarela como demostración de lo que se puede hacer con unos elementos tan sencillos .