Como estamos a punto de entrar en campaña electoral y a riesgo de hacer un gran ridículo, daré mi pronóstico, más allá de decir algo que todo el mundo sabe: que no habrá mayorías absolutas.
En primer lugar, la campaña electoral será mucho mas decisiva que cualquier otra por el elevado número de indecisos y porque la participación subirá hasta los 26 millones de votantes. Los partidos que más tienen que ganar o perder y por lo tanto más dependen de sí mismos, son el PSOE y Ciudadanos.
En segundo lugar, las encuestas que se han publicado a lo largo del 2015, tenían como objetivo condicionar a la opinión pública. Sin embargo, los votantes son más inmunes de lo que se cree a esta estrategia conocida como «el carro ganador». Antes se inflaba el respaldo a Podemos para perjudicar al PSOE y ahora se hace lo mismo con Ciudadanos para perjudicar al PP y también, aunque en menor medida, al PSOE.
En tercer lugar, estoy convencido de que todos los trackings mantienen a los socialistas por encima del 22% de votos y claramente destacados sobre Ciudadanos. Los socialistas tendrían ahora 5.5 millones de votos como suelo electoral y podrían llegar hasta los 7 millones en el mejor de los casos. Ciudadanos continua siendo un partido «all catching» (atrapalotodo), pero cuando se entre en la campaña electoral, no podrán mantener su indefinición en numerosas cuestiones y quedará empujado a la derecha o al centro-derecha, perdiendo parte de los votantes que a día de hoy, todavía lo ubican en el centro-izquierda. Pienso que tendrán entre 4.0 y 4.5 millones de votos.
En cuarto lugar, el impacto de la crisis económica, de los bajos sueldos y de la corrupción es tan elevado, que el intento del PP de excluir estos temas de la campaña electoral en beneficio de la lucha contra el terrorismo yihadista y del ya muy desinflado «desafío soberanista catalán», fracasará y la mayor parte de la gente votará en la tradicional dialéctica derecha-izquierda. La estrategia electoral del PP consiste en fidelizar a su núcleo más fiel, en torno a 6.5 millones de personas.
En quinto lugar y haciendo pronósticos sobre comportamientos territoriales concretos, estoy convencido que los socialistas aguantarán francamente bien en Andalucía y Extremadura y empeorarán los resultados en Murcia, País Vasco y Cataluña. En esta última comunidad, la coalición entre Podemos e Iniciativa Per Cataluña, denominada En comú, podem, mejorará los resultados que obtuvo en las autonómicas, sobre todo debido a que la CUP no se presenta en las «elecciones españolas» y tenían bastante voto prestado. Sobre la provincia de A Coruña, mi previsión es PP (3), PSOE (2), Marea-Podemos (2) y BNG (1), con el último escaño en torno a 65.000 votos. No tengo claro que en nuestra provincia, los socialistas sean la segunda fuerza.
En sexto lugar, la propuesta electoral de Podemos de referéndum vinculante para Cataluña (lo han ocultado en su programa central, pero no en el de la coalición catalana en la que se integran), les perjudicará en el resto de España, mientras que su giro moderador tras haber jaleado las andanzas de Varoufakis en Europa, no es creíble, suena sencillamente a táctica oportunista y está permitiendo a IU recuperar parte de su voto tradicional, pudiendo incluso mantener su grupo parlamentario. No obstante, Podemos tiene un suelo electoral afianzado, más de 3.500.000 de votos y obtendrá objetivamente un buen resultado.
Finalmente y siguiendo la tradición hispánica, la izquierda superará en votos a la derecha, pero por la mayor dispersión de ofertas electorales, podría quedar por detrás en número de escaños.
Que nos va a decir el Sr. Barrera… Su posicion clara a la izquierda no podría tener otra visión más imparcial.
Sr Barrera, se o seu prognóstico faino en GALEGO, varía o resultado?
Hay quien confunde lo que cree que va a pasar con lo que le gustaría que pasase. Lo correcto sería decir que más que su pronóstico es su deseo. Y no pasa nada.