No, no es un comentario sobre el antiguo programa concurso del televisivo Jordi Hurtado, allá por los ochenta; aunque provoque un estrés similar. Es un titular que extracta las declaraciones a la periodista Maruja Torres, realizadas por la alcaldesa Manuela Carmena. La regidora se encuentra desbordada por su trabajo y reconoce: «No soy feliz, y eso no es bueno», «Si pudiera rebobinar a febrero pasado, mantendría mí no inicial a presentarme como alcaldesa». No es de extrañar, ya que en los dos primeros meses de alcaldesa (periodo al que corresponden esas afirmaciones) nos regaló una serie de ocurrencias: Las madres limpiadoras en los colegios, los universitarios basureros, las dudas sobre las ayudas a la alimentación infantil, la renovación del consejo de administración del Club de Campo de la Villa de Madrid como primer paso para cumplir su programa electoral de convertirlo en un parque público abierto «a todo», y transformar el elitista campo de golf en un gran polideportivo y en una granja-escuela pública. Esta granja vendería sus productos «al coste» para colegios públicos y residencias de mayores de igual carácter. Si a tan loables iniciativas se unen a los proyectados «huertos urbanos comunitarios» del barrio de Salamanca y los «jardines comestibles» en otras áreas de la Capital; que establecerían un equilibrio urbano-ecológico y daría amplia satisfacción y trabajo a los madrileños, y al mismo tiempo podría apoyar al plan de alimentación infantil para los «niños y niñas» desnutridos.
Con el desgaste mental que supone la gran responsabilidad de llevar a buen puerto todas estas singularidades se tomó sus bien ganadas vacaciones después de dos (2) meses de trabajo. Según ella y como experta laboralista que fue, le correspondían un total de 12 días de vacaciones (debe de tener la calculadora estropeada) y que transformó de naturales a laborables y estiró a dos semanitas que disfrutó entre Zahara de los Atunes y Argentina.
Las últimas ocurrencias (me imagino que después de recuperar la alegría perdida) es tener en cuenta «el género de los pilotos» para adaptar el plan de nuevos aparcamientos disuasorios a construir en el futuro; su razonamiento: «La actitud de las conductoras es diferente a la de los hombres». «A las mujeres a lo mejor nos podrían interesar unos aparcamientos disuasorios que nos dieran otro servicio más, podríamos aprovechar para hacer algo», ¡medida que supongo contó con un gran apoyo de los grupos feministas!, y para rematar: ¡Se armó el Belén! Belén, sí. Belén, no. Al final los lleva a lugares de interiores con el propósito de no ofender a otras religiones y respetar el «laicismo» de la sociedad y al tiempo proteger de las crudas temperaturas a las amigas de su escudera Rita que en topless quieran manifestarse. Esperemos que la nueva felicidad le impulse a hacer honor a su apellido y desenmarañe, desenrede y limpie los asuntos municipales pendientes. Vale.
Magnífico artículo.
Articulo muy acertado y muy centrado.Hace una perfecta descripcion de la situacion que pasa la edil del
Ayuntamiento mas importante de España, capital del Reino para mas «Inri».
Sinceramente creo que añadido a
las demagogicas , extravagantes y muy populistas ideas de su partido??.Esta venerable mujer no tiene «supuestamente» la capacidad mental para afrontar su cometido .Puede que antaño realizase sus varios trabajos con eficacia pero eran de menor envergadura.
Para dirigir el Ayuntamiento de Madrid, casi un pequeño Estado, se necesita sentido comun , mucha capacidad ,inteligencia y otras muchas cosas que, visto lo visto, parece carecer …
¡Enhorabuena por su certero articulo ¡