Los feneses Fátima Ameneiro y Édgar Vigo tenían puestas todas sus esperanzas en este Rallye Princesa de Asturias para lograr los puntos necesarios que les permitirían dejar sentenciado el Campeonato de España de Grupo N y poderse proclamar campeones de España de vehículos de producción FIA, pero una avería mecánica dejó fuera de combate al piloto y copiloto en la segunda especial.
El Rallye constaba de más de 207 km cronometrados y el equipo sólo pudo completar alrededor de 14 km. El primer tramo se lo tomaron, como es habitual, como una toma de contacto con el vehículo para comprobar que todo funcionaba perfectamente. En la segunda prueba cronometrada y con la confianza de que todo había funcionado en la primera especial, el equipo se disponía a tomar la salida cuando justo en el primer impulso del coche, al llegar la cuenta atrás a cero, el vehículo se quedó completamente parado sin la posibilidad de moverse por sus propios medios. Durante los primeros instantes, el equipo intentó bloquear los diferenciales pensando en que podría ser un palier o una transmisión pero, finalmente, la avería fue más importante y el vehículo no pudo reemprender la marcha, siendo obligado el abandono en la competición sin prácticamente haber disfrutado de la carrera.