Solidaridad con los compañeros de Diario de Ferrol

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En los momentos difíciles las palabras solidaridad, compañerismo, respeto o comprensión suenan como pantalla hacia las dos amigas que en la mañana de este viernes han recibido la noticia que estaban despedidas del diario local Diario de Ferrol en donde trabajaban debido, según la empresa, por la mala marcha económica de la misma.

Después de las muchas dificultades por las que ha pasado la plantilla de ese periódico, propiedad de la empresa La capital, cuyo diario de cabecera es El Ideal gallego. Después de los ERES, de la marcha de varios compañeros que buscaron trabajo en otros lugares temiendo lo peor, cuando la plantilla estaba más que ajustada, las compañeras Pilar y Puri se encontraron con la carta de despido acompañada de la copia de la transferencia bancaria de la indemnización, una miseria en relación a los muchos años que llevaban en la empresa matriz a la que ofrecieron todo, su juventud, su trabajo, sus inquietudes, sus preocupaciones y sobre todo su fidelidad.

Pienso, en el momento en que escribo estas letras, apurado, que tanto Puri como Pilar son de las más antiguas de la plantilla, y ya se sabe que en tiempos difíciles es más fácil despedir a los que llegan a tener un sueldo “adecuado”, por denominarlo de alguna manera y seguir manteniendo personal con sueldos míseros en razón a su labor en la empresa. ¿Eso se llama economía de mercado o ahorro empresarial?

Ferrol tiene mala suerte con la prensa de papel. Es cierto que contamos con otros medios de ese tipo, pero “sus bases” están alejadas geográficamente de nuestra ciudad. Hemos pasado por tener muchas cabeceras. El intento de Ferrol Diario se vino abajo, después hubo un prácticamente “no nacido y finalmente cuando todos nos alegramos por contar con un medio local, ferrolano, aunque tirado en A Coruña, viene ahora esa nueva reducción de la plantilla que hace temer lo peor.

Por eso, desde Galicia Ártabra queremos demostrar nuestra solidaridad con las dos trabajadoras y también con el resto de la plantilla. Poco podemos hacer, pero deben saber que estamos a su completa disposición. Solidaridad y compañerismo. Nunca debemos, como ferrolanos, y como viejos rockeros de la prensa, permitir que unos compañeros se queden en la calle. ¡Faltaría más!

Y hay que reconocerlo, a veces “la apisonadora del Capital no tiene alma ni sentimientos.

Desde Ultramar.

Pedro Sanz-Director

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