Abrir Ferrol al mar. Error de concepto

Manuel Galdo ( Texto y fotos )

Dos playas de la ría cerradas al baño, lo extraño es que no estén cerradas todas ya que, sanitariamente hablando, el penoso estado en que se encuentran posiblemente así lo aconseje. ¿Para cuando un saneamiento integral  de la misma?, seguramente, como siempre sucede para cuando el problema no tenga remedio, poco falta ya. La depuradora muerta de risa, y la estación de bombeo inactiva, mirando, mientras los vertidos incontrolados siguen existiendo a lo largo y ancho de toda la línea costera en ambas “bandas” de la ría, y por añadido, con la abusiva explotación existente dudo que cualquier forma de vida subsista por mucho tiempo más ante tamaño abuso, ¿dónde están aquellos que clamaban por abrir Ferrol al mar?.

Abrir Ferrol al mar no es como muchos pretendían  “tirar la muralla”. Abrir Ferrol al mar es algo más que quienes esto proclaman a veces olvidan. Es fomentar los deportes náuticos, es defender a capa y espada el sostenimiento de la industria naval, pero no como un monocultivo si no como una forma de dinamización de la ciudad, es apostar por la permanencia de los arsenales, con muralla incluida, ya que de poco o nada serviría que la tirasen, es apoyar subvencionando de ser necesario los paseos y excursiones en lancha por la ría, es mantenerla en condiciones optimas de salubridad, es en definitiva cualquier cosa menos “tirar” la muralla, entre otras razones porque esto último no serviría de nada y mucho menos como solución a esa pretendida reivindicación de algunos producto de un craso error de concepto.

Después de las actuaciones realizadas reformando distintas zonas de la muralla permitiendo así la visión de lo que merece la pena ver, es decir la fachada trasera del antiguo Cuartel de Instrucción,  la zona limítrofe con la Avenida de González Llanos  que permite una visión parcial del dique nº 2 y algún edificio de Herrerias en el Arsenal, y la zona comprendida entre la antigua puerta del Astillero y la nueva, el resto de la muralla sería una incongruencia tirarla con la única pretensión de abrir Ferrol al mar, ya que a éste no lo veríamos ni en sueños, toda vez que lo único que se conseguiría con ello es ver edificios sin demasiado valor arquitectónico ni de otra índole si exceptuamos la función para la que fueron construidos y que solo permitiría ver la parte trasera de los mismos, por si esto fuera poco en alguna zona de la muralla que queda en pié, la mar, puede estar a algo más de 1000 metros de distancia.

Bazán -léase  Navantia- como recinto fabril es un “coto” al que lógicamente no es posible acceder si no se tiene una relación laboral con la empresa, y a la zona militar el paso está muy restringido por razones lógicas y de seguridad. Aún así, el ciudadano de a pié puede visitar ambas instalaciones  durante  las jornadas de puertas abiertas que hay programadas, unas cuantas a lo largo del año, unas en ocasiones especiales, el día del Carmen por ejemplo en el caso del Arsenal  y/o durante las visitas guiadas programadas por el Concello,  que además de permitir conocer tanto el arsenal como el astillero, en ellas nos informan -y bien- de lo que tenemos ante nuestra vista.

Edificios singulares, la dársena, La Punta del Martillo, desde la que a día de hoy se mantiene la costumbre del disparo de una salva al mediodía y al ocaso, el antiguo cuartel de instrucción hoy Edificio de Armas residencia para el personal de flota, Puerto Chico, los diques, y todo un conjunto de instalaciones dignas de ser visitadas, pero que de no ser por estas visitas guiadas sería imposible ver por mucha muralla que tiren.