(La Voz Digital-Javier Rodríguez)-Navantia ha cerrado con varios matices el contrato para la construcción en Ferrol y Puerto Real de cuatro barcos petroleros con opción a dos más. La empresa española ha apurado hasta última hora para sellar el acuerdo con el armador del grupo vasco Ibaizabal, la empresa Ondimar Transportes Marítimos, encargado de pilotar esta inversión. No obstante, el acuerdo alcanzado tendrá que pasar ahora los filtros de los consejos de administración de la propia Navantia y de la SEPI, amén de Ondimar, para obtener el visto bueno definitivo.
La financiación de la obra ha sido uno de los escollos a salvar, debido a la aplicación del tax lease, que permite a las empresas implicadas amplios beneficios fiscales como el descuento del impuesto de sociedades. Aunque no está confirmado aún todo apunta a que el tax lease ha modificado los planes y alarga los plazos de construcción a cuatro años para obtener los mayores rendimientos fiscales. Por esta razón, el programa de construcción de los petroleros se divide en tres fases de dos unidades cada una y no en una etapa como inicialmente se había proyectado. Es decir, la obra comenzará con la construcción de dos barcos y no de cuatro.Navantia decidirá ahora cómo reparte la carga de trabajo, pero lo más probable es que Ferrol construya uno y el otro Puerto Real.
Como se recordará, Navantia y Ondimar firmaron el pasado marzo una declaración de intenciones para sacar adelante este proyecto. El borrador inicial situaba en el 30 de junio como fecha tope para bendecir la oferta técnica y económica. Finalmente se dio el ok el mismo día que expiraba el plazo.
Las negociaciones entre ambos dieron un paso de gigante en mayo, en plena campaña electoral de las municipales, cuando firmaron un acuerdo que sentaba las bases del futuro contrato. Las conversaciones entreNavantia y el grupo Ibaizabal se remontan a octubre del año pasado. Fue entonces cuando la empresa vasca puso sobre la mesa la necesidad de comprar cuatro barcos petroleros en una primera fase y otros dos en una segunda con el fin de satisfacer las necesidades logísticas de una empresa española.
Este supuesto cliente necesita los tanqueros para el transporte de crudo a través del canal de Suez, en Egipto, por ello los barcos que se requieren son de la serie Suezmax. El Grupo Ibaizabal se encargará de alquilar la flota a Repsol, empresa que supuestamente ha solicitado estos barcos.
La negociación entre Navantia y Ondimar se ha desarrollado en un clima de entendimiento, sin embargo, los astilleros españoles no podían acometer solos el proyecto. La mediación del Gobierno de España medió para que esta inversión no volara a los astilleros asiáticos como ocurrió en 2013 con los cuatro gaseros que solicitó Gas Natural. Ahora se ha buscado una fórmula mixta para abordar el proyecto, ya que Navantia lleva más de veinte años sin construir un petrolero.
De esta forma se ha buscado una alianza estratégica con un astillero coreano. Se trata de Daewoo, que aportará los bienes de equipo y el diseño, mientras que España pondrá la mano de obra. Esta fórmula permite ahorrar costes y abre la puerta de nuevo a Navantia a la construcción de petroleros.
De momento, no ha trascendido la fecha de inicio de la obra.