Parece que las noticias que se fueron difundiendo meses atrás en torno a nuevos contratos para Navantia van tomando cuerpo, lo que favorece en gran parte a las factorías de la ría de Ferrol.
Así tras los trabajos para el buque-hotel para Pemex y del BAM para la Armada Española, esta semana hemos podido asistir a los inicios de construcción de los 29 jackets para Iberdrola.
CUATRO PETROLEROS
Ahora, según fuentes bien informadas, está previsto que en la semana entrante se firmarán el precontrato y el documento final para la construcción de los anunciados cuatro petroleros tipo Suezmax según acuerdo al que habían llegado entre Navantia y Ondimar Transportes Marítimos SDA, perteneciente al Grupo Ibaizabal y que podría ampliarse a dos mas. Todo ello según las mismas fuentes, porque en el acuerdo de intenciones firmado el pasado 9 de marzo ya se indicaba que en el mes de junio se llegaría a la fase final con la firma de contrato.
Según informó el grupo estatal propiedad de la Sepi (Sociedad Española de Participaciones Industriales), la construcción de los barcos se iniciará en el cuarto trimestre de este año, con un plazo de ejecución de 21 meses.
Las bases suscritas hacen referencia a las especificaciones del buque, los plazos de fabricación de cada uno y los hitos de pago. La construcción de cada barco supondrá unas 725.000 horas de trabajo, es decir que para los 4 primeros el volumen de mano de obra será de unas 3 millones de horas de trabajo que se repartirán Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol, y para las empresas auxiliares.
CAMBIO DE MODELO DE NEGOCIO
Para lograr este principio de acuerdo, Navantia ha apostado por un cambio en el modelo de negocio de la ejecución de estos proyectos. Se trata de un modelo que se usa con éxito en astilleros europeos y americanos. El modelo se basa en un acuerdo con un astillero asiático líder mundial en la construcción de estos barcos, para utilizar su diseño y que sea el principal suministrador de la mayor parte de materiales y equipos, aunque siempre dando oportunidad y prioridad a las empresas nacionales que ofrezcan precios competitivos.
La consecución de contratos para la construcción de estos buques en el mercado global, está marcada por el precio y el plazo, dando por supuesto que la calidad es la requerida por la normativa y las sociedades de clasificación de buques. Navantia impulsa este modelo de negocio para poder competir en el mercado global ofreciendo un precio competitivo y un plazo adecuado para las necesidades del cliente.
A su vez, este modelo permite a Navantia mantener la actividad en todos sus centros, imprescindible para la necesaria transformación de la Compañía y además centrar sus recursos de ingeniería conceptual y diseño en buques militares, tanto nacionales como del mercado de la exportación. Igualmente, otra prioridad de la ingeniería para Navantia, en función de los acuerdos alcanzados con astilleros de diferentes países, será la asistencia técnica y la ToT(transferencia de tecnología), actividad de creciente demanda y futuro. Ello sin descartar el diseño de buques civiles innovadores y la apuesta por la diversificación de la eólica off-shore.