Después de todo el proceso de pactos o acuerdos de gobierno, tanto en municipios como en autonomías, ahora los partidos políticos, tanto los veteranos como los que empiezan, deberían tener una altura política suficiente para incluir en sus próximos programas una reforma de la constitución e ir hacia un estado federal.
En España tenemos demasiados políticos electos: entre diputados del congreso, senadores, diputados autonómicos y diputados provinciales tenemos 6 veces más que en Estados Unidos, siendo que Estados Unidos tiene 6 veces nuestra población. Por lo tanto es fundamental la reforma de la constitución y entre otras cosas, ajustar los miembros del senado, pues llegarían con la mitad, y lo mismo con los diputados autonómicos.
Las diputaciones provinciales sobran desde que tenemos el estado autonómico. Si vamos a la hemeroteca, recordamos lo que decía el día 6 de junio de 2010 el entonces ministro de fomento Pepe Blanco, pues sugería suprimir las diputaciones para evitar duplicidades. También Rubalcaba, el día 16 de agosto de 2011 apostaba por la desaparición de las diputaciones. Estamos hablando de un gasto enorme, casi 22.000 millones de euros entre Diputaciones provinciales, forales y cabildos.
Pero el problema es que todos los partidos se aprovechan de las diputaciones para recolocar a sus colegas pues es un órgano de elección indirecta; cuando deberían de ser precisamente los partidos políticos los promotores del cierre de las diputaciones, y esos miles de millones de euros dedicarlos a recuperar los recortes que se han hecho en sanidad y educación, marcando un objetivo: blindar la sanidad, la educación y las pensiones.
Andrés Sanjurjo Martínez