En España tenemos 149 embajadas de las autonomías. El gasto debe de ser muy importante, pues la embajada catalana en New York paga por el alquiler del local 473.000 € al año o el alquiler en París también de la embajada de Cataluña asciende a 416.000 € al año. Aunque estamos hablando de los alquileres más caros, en otras capitales son más baratos, pero son muchos locales para alquilar.
En todos los países de nuestro entorno como Francia, Italia, Inglaterra, Alemania etc, sólo tiene la embajada el propio país (los estados de la República federal de Alemania no tienen embajadas).
El ministro de asuntos exteriores García Margallo había ofrecido a las comunidades autónomas, que en lugar de abrir su propia red de embajadas en el extranjero, “destinen funcionarios suyos a las embajadas, consulados u oficinas comerciales españolas para que atiendan específicamente a sus intereses, el objetivo es evitar duplicidades y ahorrar costes”.
Es una buena oferta pues además de coordinar mejor la labor internacional se ahorra mucho dinero que podríamos pasar a recuperar los recortes que se han hecho en la ley de dependencia; cuando se plantee la reforma de la constitución hacia el estado federal sería el momento de curar “la embajaditis”.
Andrés Sanjurjo Martínez