Durante la mañana de este viernes, día 20, será posible observar un eclipse parcial de Sol desde España. Se verá como eclipse total sólo en las islas Feroe, en el Atlántico septentrional, y en las Svalbard, en el océano Ártico. En España alcanzará una magnitud máxima del 80% en el extremo noroeste de la península, será del 63% en Melilla y de alrededor del 55% en las islas Canarias.
El eclipse se inicia en la zona ferrolana a las 9,06 horas; su fase máxima será a las 10.09 h. y finalizará a las 11.17 h.
El eclipse total comienza su recorrido en un punto del océano Atlántico norte, avanzará hasta su máximo entre Islandia e Inglaterra , pasando por encima de las islas Feroe . Antes de finalizar su recorrido en el polo norte, pasará por Svalbard. Por lo tanto se trata de un eclipse total algo complicado ya que solamente toca Tierra en dos lugares, uno de ellos es poco accesible y ambos tienen previsiones de nubosidad no demasiado buenas. La gran parte de Europa y la parte norte de África podrán disfrutar de un eclipse parcial.
El último eclipse solar visible desde España fue el del 3 de noviembre de 2013, que se observó como parcial y, salvo en Canarias, fue de un oscurecimiento muy bajo. Después del 20 de marzo, el siguiente eclipse solar que se podrá ver en España será el del 21 de agosto de 2017; también se observará como parcial y además el Sol se pondrá antes de que el eclipse llegue al máximo. Para observar la fase total de un eclipse desde España, en concreto desde el norte de la Península, habrá que esperar hasta el 12 de agosto de 2026.
El 28 de septiembre de este año también tendremos la oportunidad de observar desde España el desarrollo completo de un eclipse total de Luna.
Precauciones para la observación
Si se observa un eclipse de Sol sin las debidas precauciones, se pueden producir graves lesiones oculares. Sólo durante el breve tiempo que dura la totalidad del eclipse, podría observarse a simple vista sin riesgo. En las fases parciales nunca debe hacerse, aun cuando la superficie visible del disco solar sea mínima.
Nunca deben usarse como filtros solares trozos de vidrio ahumados, radiografías, filtros de cámaras fotográficas o de vídeo, negativos fotográficos, gafas de sol, etc. Aunque la luz del Sol se atenúe y no se sientan molestias en la vista, la retina puede estar absorbiendo gran cantidad de energía infrarroja y ultravioleta.
Un método seguro para observar el Sol es proyectarlo sobre una pantalla. Esto puede hacerse con un telescopio, tomando las debidas precauciones, o con dos cartulinas separadas 50 cm aproximadamente. En una de ellas se hará un pequeño orificio y, orientando las cartulinas perpendicularmente al Sol, se podrá observar su imagen sobre la otra. Posiblemente haya que ajustar la distancia entre las cartulinas, hasta que la imagen sea lo más nítida posible.
También pueden utilizarse filtros solares, bien filtros especiales para instrumentos ópticos o bien filtros Mylar, como los que suelen repartirse en las observaciones populares que con seguridad se organizarán para ver el eclipse (gafas de eclipse).
Una alternativa casera es utilizar como filtro un cristal protector de los usados habitualmente en soldadura autógena, con el factor de protección más elevado; es fácil encontrarlos en ferreterías por un precio razonable.
En todo caso, es conveniente no mirar al Sol de forma continuada, sino alternar períodos cortos de observación con períodos de descanso. Si se pone un filtro en un telescopio o unos prismáticos, debe situarse siempre delante del instrumento y no entre el instrumento y el observador, pues el sistema óptico concentra la luz ultravioleta, que podría romper el filtro por calentamiento.