EL BUENO
María del Carmen Arcos, Meca, es una de esas personalidades que ya son inmortales para la historia de Ferrol. Liderar desde 1998 la Coordinación de las Cofradías ferrolanas como su presidenta, ser capaz de mover a doscientos mil turistas a Ferrol el año pasado, impulsar de forma exitosa la revista y el procesionario de la Semana Santa, conseguir que dicha procesión sea declarada de Interés Turístico Internacional,… son algunos de los logros que doña Meca ha hecho por nuestra ciudad y su importantísima cultura cofrade.
No fue sorpresa para mí, así como seguramente para muchos ciudadanos de nuestra ciudad, que a algo más de medio año de su retirada en el movimiento cofrade (si es que se puede uno «retirar») se la quisierahomenajear el Día de la Mujer en Ferrol. Un homenaje a la primera mujer presidenta de la Coordinación de las Cofradías de Ferrol que logró dar a las hermandades de la ciudad los recursos necesarios para poder hacer de la Semana Santa la proyección y dimensión que se merecían.
Lejos queden aquí sus detractores y las acusaciones a su persona para dar paso a una de las personalidades más influyentes y determinantes del Ferrol del siglo XXI. Nadie más que ella se merecía tal distinción y reconocimiento.
Enhorabuena.
EL FEO
Lo que está sucediendo en la Casa Consistorial de Neda ya es de chiste. Y no me refiero a las políticas que han adoptado y están por sucederse desde el Concello, llevadas por su alcalde Ignacio Cabezón Lorenzo.
A los vaivenes típicos de cualquier municipio en nuestra comarca de Ferrolterra, ya sean obras más o menos acertadas, evaluación de la economía local, festividades varias, o grupos políticos en la oposición desmintiéndose o quejándose de las actividades llevadas a cabo por el Ejecutivo, al actual regidor y también candidato a la alcaldía para las elecciones de mayo se le suma un problema como no lo hay en cualquier otro municipio en Galicia: el vandalismo material contra las dependencias municipales.
Sucedió por vez primera el pasado 8 de febrero cuando, además de destrozar una cristalera de la planta baja, se realizaron pintadas en espray con insinuaciones ¿jocosas? («NEDA MOLA») y peyorativas –y mal escritas- hacia el regidor nedense («ALCALCALDE CABRÓN»). Solo veinte días después, en la madrugada de este sábado 27 y como bien informó en primicia Galicia Ártabra, sucedió un nuevo acto vandálico en donde un grupo de energúmenos echó a perder otra cristalera del Ayuntamiento, para después coger coche y darse velozmente a la fuga.
Es encomiable, sano y hasta beneficioso para la democracia que la ciudadanía pueda estar en contra del Gobierno local de un municipio, pues es gracias a los opositores a lo establecido donde el sistema se recicla y se reconstruye constantemente en beneficio de todos. Pero que en pleno siglo XXI haya ciudadanos que decidan atentar materialmente contra un Ayuntamiento… es para echarse las manos a la cabeza. Y más cuando será precisamente cib el dinero de los contribuyentes, el mismo dinero que pagan de forma directa o indirecta estos vándalos de Neda, que se utilice para recomponer los ventanales y el muro afectados del Concello. Un Concello que no es del PP o del PSOE, sino de toda la ciudadanía de Neda.
En definitiva, un palo para el Sr. Ignacio Cabezón al tener que lidiar con un tema tan sensible como desagradable, como lo es el que quieran destrozar –y lo están haciendo- tu puesto de trabajo, la casa de todos los nedenses.
Ánimo. Como ya se ve el “feo de la película” han sido esos desaprensivos que utilizando nocturnidad cometen tremenda alevosía contra el patrimonio municipal y la buena imagen de la Real Villa.
EL MALO
Siempre que el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, es mencionado por los medios de comunicación, sale en rueda de prensa o hasta cuando vuelve de comprar el pan, alguno que otro -como a un servidor- se le eriza la piel y se le vienen a la mente todos los acontecimientos vividos recientemente (o no tan recientemente) en Navantia.
Trabajadores desesperados, los de los partidos de la oposición incitándoles a manifestarse casi constantemente, reclamar y denunciar que no se respetan los acuerdos laborales firmados en 2001 y ratificados en 2006, líderes sindicales con los trabajadores en un incesante pie de guerra, algunos en la oposición estando más convencidos que nunca que Rey Varela es el culpable de absolutamente todo, que si se ha conseguido carga de trabajo con la construcción de un flotel para PEMEX pero nos manifestamos igualmente porque son todos unos cabrones,… y por ahí siempre está don José Manuel Revuelta, como tintando todo lo que sucede mediante sus declaraciones más o menos escuetas.
Como bien sabrán los entendidos, Navantia se considera desde 2005 una sociedad pública dedicada a la construcción militar de naves… o bueno, ya desde primeros de año no. Como bien se publicó recientemente en Galicia Ártabra, don José Revuelta ha alentado que Navantia debe desmarcarse de lo estrictamente militar para competir en el mercado «civil» global, así como cambiar su mentalidad, «de actitud y de procedimientos». Vamos, una empresa pública con una capacidad de empresa privada cara a los mercados. Y esto en unas declaraciones que hizo días después de que los trabajadores del Naval se declararan en paro por la situación con los operarios de las auxiliares. Y yo me pregunto, ¿cómo lo hará Revuelta cuando tiene al grueso de sus trabajadores quejosos por sus condiciones laborales?
Pero si ya da mala espina todo este asunto, más lo da la sentencia dada por la Audiencia Nacional al invalidar el convenio colectivo de Navantia con los sindicatos.
No hay que ser un genio para percatarse que Navantia no acaba de retomar el vuelo, siendo hasta nuestro alcalde, José Manuel Rey Varela, el que insta a su directiva capitaneada por Revuelta a que lleguen a acuerdos por el bien de sus trabajadores y de la economía ferrolana.
Una mala gestión por parte del Sr. Revuelta, que no ha sabido gestionar la situación al no dar su brazo a torcer en lo que era evidente y en detrimento de los que apuestan por una Navantia en Ferrol puntera en toda Europa.