En defensa del Toxos

Desde hace algún tiempo vemos cómo se ha desatado una campaña prácticamente desde una determinada persona, en contra de un hostelero, tema que repercute muy directamente en el Real Coro «Toxos e Froles» y a la que ahora se ha unido UPyD de Ferrolterra sin tener en cuenta este partido, que se dice defensor de los intereses de los ferrolanos, el daño moral y económico que le ocasiona a una institución, ya centenaria, muy querida por todos, que es un patrimonio de la ciudad y a la que hay que proteger por encima de campañas de desprestigio.

Y todo porque hay que conocer la historia y entonces algunos y algunas bocas se callarían, por lo menos en gran parte, sobre lo que están diciendo, opinando y llegando a hablar de posibles corrupciones.

La sede del Real Coro «Toxos e Froles» es en la actualidad propiedad del Concello de Ferrol, pero… bajo determinadas condiciones. Es decir, que en cualquier momento si esas condiciones desaparecen el edificio vuelve a revertir en la entidad centenaria.

¿Todo eso por qué?

El edificio fue donado por la Xunta de Galicia al Real Coro «Toxos e Froles» siendo conselleiro José Cuiña Crespo.

De tal manera se realizó la operación que el dinero para la adquisición del antiguo edificio fue transferido al Concello y éste por mandato de la Xunta, siendo alcalde Xaime Bello, se lo entregó al Toxos para el pago a los propietarios.

Fue el Toxos quien mediante concurso público adjudicó las obras y la dirección de obra.

Fue el Toxos quien lo registró a su nombre.

Y finalmente fue el Toxos cuando su directiva, tras reuniones en el IGVS, acordó entregarlo al Concello, para así preservar por siempre su sede evitando que si llegase algún mal momento para la entidad el edificio fuese intocable.

Se le hizo entrega al Concello mediante acta notarial firmada por el entonces presidente y el alcalde de la ciudad. Y en ese documento se recogían una serie de puntos a cumplir por el ayuntamiento, indicándose que si no se cumplían el edificio volvería a la propiedad de la entidad folclórica. Acuerdo refrendado por el Pleno Municipal.

Por lo tanto, el edificio se entrega a Toxos para su uso y disfrute y Toxos es el que puede organizar dentro del edificio todo lo que desee cual si propietario del mismo fuese, cumpliendo claro está, la normativa legal.

Toxos, cual entidad con socios y amigos cuenta con un bar-ambigú, como otras muchas sociedades y que se lo adjudica a quien le da la gana, siempre legalmente, cediendo incluso parte de sus instalaciones para diversos actos, como por ejemplo puede hacer el centro cultural «Torrente Ballester», cediendo el patio central para «una copa de vino español».

Y no hace falta recordar que locales de asociaciones de vecinos, de entidades deportivas, sociedades culturales, como por ejemplo el Galicia de Caranza, o el mismo Club de Campo, permiten a los concesionarios de sus ambigús utilizar sus dependencias en determinados casos y sin problema alguno.

Por lo tanto, el quid de la cuestión solamente está en que el adjudicatario de bar-ambigú cumpla con los requisitos necesarios, permisos, controles sanitarios, contrataciones legales de personal, etc.

El resto… ganas de moler.

No se puede quitar la razón a determinados vecinos que protestan porque algunas veces se organiza una celebración «y hay ruido a mayores».

Aunque en lo de que algunas personas aparcan los coches sobre las aceras… es de suponer que no son los responsables de Toxos, que puede ser «cualquiera» o incluso clientes de oficinas cercanas al Real Coro y que por desgracia ese tema sucede en muchas de las calles de la ciudad y que contra él está la sanción municipal.

Lo de UPyD es de traca. Quizás les han metido un gol en su labor detectivesca. Y lo único que han conseguido es que en precampaña los muchos ferrolanos amantes del Coro se piensen mucho a quién van a votar. En su «nota de prensa» llegan a decir que el hostelero en cuestión es el propietario del «Lar de toxos» y que la luz, agua y recogida de basuras… ¡pues claro esa es una de las condiciones de la donación del edificio al Concello! Se ve la mala fe del denunciante que les facilitó posiblemente la información, al unir a un señor que fue condenado por contrabando de tabaco en 2007 (suponemos habrá cumplido la pena y pagado la correspondiente sanción) con el Toxos.

Y todo porque una persona propietaria de otro establecimiento, no en la zona centro, es la que por asuntos personales está «moviendo» lo que no tiene por que mover y «algunos» aprovechan para arrimar el ascua a su sardina.

¡Bien en lo de Ferrol-Narón!, pero en esta ocasión… un cero patatero (sin acritud).