El concello de Ares cedió hace dos años, en el 2012, una vivienda de Chanteiro a un vecino sin recursos y ahora le pide que abandone la casa por haber incumplido según un decreto de la alcaldía las condiciones marcadas. La casa propiedad en su día de una mujer que falleció sin dejar herederos pasó a ser de la Xunta que otorgó el mantenimiento al Concello hasta que decidiese subastarla.
El alcalde de Ares, Julio Iglesias, afirma que se le había marcado como condición a este vecino que tenía que pagar los recibos de la luz y que no lo hizo porque se cobraron en la cuenta de la fallecida que también paso a manos de la Xunta y que otro de los incumplimientos según el alcalde es que en esa casa viva otra persona.
«Cobra casi quinientos euros y de manera puntual porque tiene un piso en Cabanas y porque tenía que resolver una situación personal, servicios sociales, para salir de esa situación, le otorgó el piso en Chanteiro con la única obligación de pagar la luz, pero de manera personal e intransferible y resulta que después de dos años efectivamente no paga la luz y por lo tanto incumple una de las condiciones, pero es que además metió a terceros no autorizados a disfrutar de la vivienda», señala el primer edil aresano.
QUE ME DEN UNA SOLUCIÓN
Por su parte, el vecino de Chanteiro José Manuel Rodriguez Iglesias critica que la Policía Local le haya hecho llegar el aviso de desalojo para que deje la vivienda en el plazo de un mes (de le entregó el documento el pasado martes día 13), y pase a vivir en ella una familia con una hija.
En declaraciones a Galicia Ártabra, José Manuel Rodríguez desmiente la mayor parte de las declaraciones del alcalde, reconociendo únicamente que efectivamente no ha abonado los recibidos dela luz.
«De tener casa en Cabanas… mire, es cierto que allí hay un piso del que me corresponderá el 50 por ciento en la división de bienes de mi anterior matrimonio, pero allí vive mi ex mujer y mis hijas. Estamos separados y no es ni lógico ni normal que yo siga allí viviendo. Estamos desde hace un año a la espera de esa división y lo puedo demostrar con papeles.
En segundo lugar, el alcalde se mete en mi vida privada. ¿que vive en el piso de Chanteiro otra persona?, pues claro, es mi pareja de hecho. Así que efectivamente, pero ¿qué quiere, qué viva solo?, eso es coartar las libertades de la persona, ¿que quiere que viva solo toda la vida?, es incomprensible».
«Yo cobro la paga mínima poco más de 400 euros y con eso vivimos mi pareja y yo porque ella tampoco tiene ningún tipo de ingreso y es lo justo para vivir. Lo de la luz es explicable. No dispongo de ningún título de propiedad, ni contrato por lo que Gas Natural no me cambia la titularidad y es por ello que al igual que hacía antes de irme a vivir a esa casa lo pague el Concello o con la cuenta del oficialmente titular, y en todo caso sería después el Concello el que me debería pasar el recibo, pero hasta ahora nunca se me dijo nada, pero reconozco que no he pagado dinero alguno».
«¿Y con el desahucio qué quiere el alcalde?, porque yo estuve en su despacho y me dijo que allí iba a vivir una familia portuguesa con una niña. Yo comprendo que tienen derecho como todos a un techo pero a mi me echan, le dan la vivienda a otros y se crea un nuevo problema, el mío. Yo le dije que no quería dinero, ni chalet, que me ayudase y él empezó a gritarme, yo no tengo por qué mentir, le respondí que a mí no me gritara y la respuesta fue «Pues te vas a marchar de ahí porque lo digo yo». Mi contestación al ver la situación fue «Pues me va a sacar la Guardia Civil». Todo terminó con una frase del alcalde: “Pues la voy a avisar esta misma tarde»».
«Es que todo esto es incomprensible. Yo no hago chantaje, no hago presiones, solo que me den una solución viable y por ella voy a seguir luchando y hacer lo mejor posible. Espero que sea la justicia la que me imponga la solución y tengo que hacerlo porque no tengo a dónde ir y no quiero que mi destino sea la calle».
«Mi pareja y yo somos oficialmente vecinos de Ares y sabemos, por papeles que obran en mi poder, que a determinadas personas se les está ayudando pagando la luz, agua, contribución… y algunas cobran más de los 400 euros que yo percibo».
De momento el asunto ya está en manos de dos gabinetes jurídicos de dos asociaciones y de dos grupos políticos.