San Sadurniño vivió una jornada del 25 de noviembre en la que todo el protagonismo se le dio a la gente joven. El alumnado de los últimos cursos del CPI participó a primera hora de la mañana en un acto simbólico en el que se plantaron medio centenar de flores y plantas en memoria de otras tantas mujeres que llevan fallecido por este año víctimas de la violencia machista. Por la tarde la Casa de la Cultura acogió la entrega de premios del concurso de relatos convocado por el departamento de Igualdad en colaboración con el centro de enseñanza. Fue justo después de la obra “O Voitre y e a Pomba, Argots contra a violencia feminina”, representada por la asociación Lisístrata. Una pieza dura que cumplió con su objetivo: hacer que la juventud reflexionara mostrándole con crudeza el sufrimiento de mujeres víctimas de la brutalidad física en unos casos, psicológica en otros y, la mayoría de las veces, de las dos al mismo tiempo.
Además de la obra teatral -con apoyo de la Diputación de A Coruña-, el Ayuntamiento también convocó para este día un concurso literario al que se presentaron 16 trabajos. Los tres premios fueron para Irene Beceiro, Eva Soto y Sara Bellón. La entrega de agasajos fue el punto y final a una jornada.
Los chicos y chicas de la ESO vieron un breve video en el salón de plenos del Ayuntamiento y debatieron sobre lo que significa la violencia de género y de qué manera se puede atajar. Después se pusieron manos a la obra y llenaron de color los parterres de la sed consistorial, acompañando cada flor o planta de un nombre, un lugar y una fecha. Etiquetas fatales que nos recuerdan la importancia del respeto mutuo entre hombres y mujeres y de la necesidad de denunciar -y mantener las denuncias- como único medio de salvar vidas.