El padre Miguel Pajares, contagiado de ébola, ha fallecido este martes en el Hospital Carlos III de Madrid, según han informado fuentes sanitarias.
Pajares estaba recibiendo el medicamento experimental ZMapp, que se está administrando en EE.UU. y que se puso el día 10 de agosto a disposición de los médicos del hospital tras ser autorizado por el Ministerio de Sanidad. El suero, nunca antes probado en humanos, es producido a base de anticuerpos creados en la sangre de ratones que se adhieren a las células infectadas con ébola para evitar su avance.
El sacerdote fue repatriado desde Monrovia (Liberia) el pasado 7 de agosto y desde entonces había permanecido «estable» según las últimas informaciones sobre su estado de saludo aportadas por su orden religiosa y su familia ya que en las últimas horas no ha tenido fiebre ni hemorragias, uno de los mayores riesgos del virus.
Junto al religioso fue repatriada desde Liberia en un avión medicalizado fletado por el Gobierno la monja Juliana Bonoha, quien por el momento no tiene síntomas, ya que los dos test que se le han practicado para saber si estaba infectada con el virus han dado negativo. El Hospital Carlos III ha anunciado que este martes se le practicará un tercer test y se podrá conocer si está contagiada.
La muerte de Pajeres se ha producido después de la de sus compañeros religiosos George Combey y Chantal Pascaline.