En la segunda jornada del juicio por el asesinato de Iria García Fraga,vecinos de la mujer asesinada a manos de su ex novio en Narón han asegurado que el acusado, Oscar José Ferreño Fraga «no dejaba en paz» a la víctima, a quien «amenazaba con matarla», según han indicado varios amigos de la mujer.
Así se han pronunciado ante un jurado popular en la segunda sesión del juicio que se sigue contra el acusado de matar a su ex novia en junio de 2012, y para quien la Fiscalía solicita 20 de años de prisión por un delito de asesinato.
Ante el tribunal, varios amigos de la víctima han relatado que la mujer les contó que el acusado la «seguía» y «la amenazaba con que la iba a matar», ha declarado uno de ellos.
A estos mismos testigos, que veían a su amiga «angustiada«, la víctima les llegó a comentar que estaba pensando en irse a vivir fuera de Ferrol para no soportar más una situación de amenaza. «Ella tenía mucho miedo, decía que si denunciaba la mataría», ha afirmado un amigo de la víctima.
En esta misma línea se han manifestado varios vecinos de la mujer, que han señalado que el acusado «no la dejaba en paz». «Cuando me enteré de que habían atacado a una mujer pensé que sería ella -en referencia a la víctima- porque sabía que estaba siendo acosada por el ex novio», ha afirmado una vecina.
«LLENO DE SANGRE»
Asimismo, ante el jurado popular, algunos de los vecinos que acudieron a socorrer a la mujer han relatado que en el momento de los hechos escucharon gritos de «auxilio» y cuando acudieron al lugar vieron huir al acusado «lleno de sangre».
En la segunda sesión de juicio también ha declarado el padre del acusado, que ha sostenido que su hijo le dijo que la víctima era quien «no paraba de llamarlo» y ha indicado que en 2012, cuando supuestamente su hijo y ella ya no mantenían una relación, la víctima le dijo que «habían vuelto» a retomar la relación de pareja.
«ELLA NO QUERÍA SABER NADA»
Sin embargo, la madre de la víctima, que ha declarado detrás de un biombo para no ver al acusado, ha comentado que su hija «no podía ver» al hombre y le constaba que ella «no quería saber nada» de él. Además, ha relatado que minutos antes de los hechos estaba hablando con su hija por teléfono, cuando se entrecortó y no volvió a saber nada más de ella.
Ante estos hechos, además de la pena de 20 años de cárcel por un delito de asesinato, la Fiscalía reclama una indemnización, en concepto de daño moral, de 150.000 euros para los padres de la víctima, y de 30.000 euros para su hermano. El juicio proseguirá este miércoles.