El Gobierno gallego ha aprobado su primer código ético que prohíbe a los miembros del Ejecutivo, a los altos cargos, al personal eventual y a los empleados públicos aceptar «regalos», así como obsequios institucionales que superen el valor de 90 euros. Además, tener una cuenta en un país considerado «paraíso fiscal» será motivo de cese inmediato para cualquier alto cargo.
Lo ha anunciado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, en la que ha explicado que todos los altos cargos y personal eventual deben asumir desde «hoy mismo» los principios incluidos en este código, mientras que, en el caso de los empleados públicos, se «comunicará» para su evaluación a la Mesa de Función Pública.
En todo caso, Feijóo ha dado por hecho que los sindicatos estarán «básicamente» de acuerdo con los principios del código, que establece algunos matices para los empleados públicos –por ejemplo, a diferencia de los miembros del Gobierno, sí podrán percibir una remuneración por participar con una ponencia en un congreso–, de forma que se podrá aplicar en este ámbito en unas semanas.
Según ha explicado, este manual de buenas prácticas fija «de forma clara y concreta» los criterios de «conducta y responsabilidad» de las personas que ejercen funciones públicas en la administración. Sus preceptos afectarán a cargos y empleados públicos, que no podrán «aceptar, recibir o solicitar ningún regalo, dádiva, beneficio o favor ni para sí mismo ni para su círculo familiar inmediato, por parte de personas físicas o jurídicas».
Aunque inicialmente había dado a entender que sólo los funcionarios ligados a las mesas de contratación se verían afectados por el mismo, este jueves ha concretado que «afecta a todos los empleados públicos de la Comunidad», toda vez que un trabajador de estas características que no esté «en un servicio de contratación o en un tribunal» puede pasar incorporarse en cualquier momento en un proceso de este tipo.
INFORMACIÓN PRIVILEGIADA
El código también establece que las autoridades y empleados públicos no podrán valerse de su posición para obtener «ventajas profesionales o materiales» como tratos de privilegio en la condonación de deudas bancarias, préstamos a interés cero o el uso gratuito de instalaciones, cuando exista régimen habitual de cobro.
Del mismo modo, se especifica que «bajo ningún supuesto» se podrá obtener lucro personal por el uso de información «privilegiada» de carácter financiero, bolsista o fiscal a la que tengan acceso.
De surgir dudas sobre alguna cuestión del código o algún presente, Feijóo ha explicado que se optará por la devolución o, de ser posible, se notificará y se remitirá a la inspección de la Xunta que deberá decidir el destino. «Por ejemplo, una ONG o similar», ha subrayado.
En el ámbito del personal sanitario, como ya había avanzado el presidente, no se considera prohibido acudir a un congreso «con los gastos pagados» por la entidad organizadora o percibir una retribución por una ponencia.
EMPRESAS QUE CONTRATEN CON LA XUNTA
Feijóo también ha insistido en que las empresas que contraten con la Administración deberán someterse a este código ético y, tras ser preguntado sobre como encaja en el mismo el hecho de que él cuando era líder de la oposición viajase en un vehículo prestado por Citroën y que dicha empresa pueda contratar con la Administración, ha replicado que él no aceptó «ningún coche de nadie».
«Lo que aceptó el PP fue, con las mismas condiciones que otros responsables políticos en Galicia titulares de otras administraciones, la misma situación en relación a un vehículo. Exactamente igual que otros titulares de otras administraciones que siguen utilizándolo y que además me parece bien, dado que están ahorrando dinero a sus administraciones«, ha esgrimido.
De este modo, ha defendido su decisión y se ha mostrado dispuesto a «asumir la crítica» por su relación con una empresa que genera numerosos puestos de trabajo en la Comunidad.
INFORME DE SEGUIMIENTO
Por otra parte, el presidente gallego ha aludido a otras decisiones adoptadas por su Gobierno y que se incorporarán al código ético como la regulación de los viajes oficiales o la obligación de hacer públicas las declaraciones de bienes de los miembros del Ejecutivo.
Y es que Feijóo ha enfatizado que el código ético que recibió luz verde este jueves no constituye «una medida aislada» sino un paso más dentro de la apuesta de la Xunta «por la transparencia».
En este sentido, ha recordado que su Ejecutivo también restringió el uso de coches oficiales y exigió a los ayuntamientos rendir cuentas para acceder a las subvenciones autonómicas.
La Xunta elaborará en cada legislatura un informe de seguimiento sobre el nivel de cumplimiento del código ético para su remisión al Parlamento gallego.