Casas baratas, rehabilitación o piqueta

manuel galdo-fotoManuel Galdo

Por el momento, que yo sepa, son seis los nombres del barrio y quizás habrá más: Viviendas protegidas, Barrio del Pilar, Casas Baratas, San Fernando, Recemil y Recimil. El antes citado Casas Baratas se me antoja el nombre por excelencia ya que fue otorgado popularmente al barrio y es sin duda alguna el más utilizado.

Desde que el 30 de Septiembre de 1939 el Pleno Municipal de Ferrol acordó solicitar al Instituto Nacional de la Vivienda la construcción de las Viviendas Protegidas y dos meses después el 23 de Noviembre de ese mismo año los arquitectos de ese organismo señores Fonseca, Ruiz de la Prada, Gómez de Mesa y Rodriguez se encargaron de realizar el anteproyecto de construcción, han pasado sesenta y cinco años, que se dice muy pronto, y la situación actual podemos resumirla en dos palabras : rehabilitación o piqueta.

De las 4000 viviendas de que se componía el proyecto inicial, fueron sacadas a concurso más de mil, pero debido a las variaciones sufridas, aquella propuesta inicial se materializó en la construcción de únicamente 469 viviendas y no más de un par de docenas de locales comerciales localizados en la primera manzana y la zona de la fachada que da a la Plaza de España, además de las tiendas de ultramarinos entre las cuales estaban las llamadas: Quiza, Carmiña y Rodrigo, así como un zapatero, negocio en aquellos tiempos, próspero donde los hubiese, y todos ellos situados en la calle por aquel entonces llamada Arzobispo Fernando Quiroga.

galdo-23-1Con objeto de dotar al barrio de la autosuficiencia necesaria se construyó el Grupo Escolar Ibáñez Martín, hoy Ceip Recimil, un mercado de abastos y un campo de fútbol, que no de deportes como se pretendía, situado detrás de la Iglesia de San Fernando y El Pilar que fue construida por cuenta del Instituto Nacional de la Vivienda y que vino a sustituir a la Capilla de San Amaro que acabó desapareciendo debido a su deterioro. El importe de la construcción alcanzó los 35.934.693,22 pesetas que fueron sufragadas con una aportación del ayuntamiento del 10% , un anticipo sin intereses del 40% y la cantidad restante, 17.967.346,61 pts., mediante un préstamo.

La falta de unidad de criterios, que hasta parece premeditado, es la culpable del vergonzoso estado en el que se encuentra sumido el barrio debido al abandono absoluto por parte de su propietario el Ayuntamiento de Ferrol que en los últimos años se limitó a efectuar un lavado de cara externo de las viviendas, con nulas actuaciones en el interior de las mismas con los problemas que ello supone. Unos que tirar con todo, otros que rehabilitar, y entre tanto las viviendas soportando el inexorable paso del tiempo sin apenas mantenimiento que limite su deterioro y sus inquilinos, precisamente por serlo, sin poder hacer nada al respecto.

“La piqueta” tiene un trasfondo especulativo derivado de la pretendida demolición del barrio, lo que solo interesa a ese grupo de políticos oportunistas que reman contra corriente y defienden esta opción tan peregrina por el interés que para sus bolsillos pueda tener la misma.

galdo-23-2“La rehabilitación” trae consigo únicamente beneficios: La ciudad conserva un barrio modélico con un valor histórico urbanístico que algunos se niegan a reconocer. Todos nosotros, habitantes y gobernantes, somos responsables de la conservación, recuperación y adaptación del barrio a la modernidad, lo que repercutiría en el logro de los intereses colectivos, esencialmente la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Por último los residentes del barrio verían respetado su derecho a una vivienda digna, cosa que ahora no tienen, y hecha realidad esa aspiración suya de vivir dignamente.

galdo-23-3Ante el abandono a que de un tiempo a esta parte se vio sometido el barrio , que acabó haciendo de él una“ ruina”, recientemente se procedió al derribo de un edificio conocido como el Bambú Club, ya que esta era la única alternativa para “poder” tirarlo siendo como es un “barrio protegido”.

Con la rehabilitación, haciendo uso del Plan de la Vivienda que el Estado ofrece a los ayuntamientos, se preservaría el patrimonio histórico de la ciudad, manteniendo los edificios su aspecto externo pero dotándolos de una habitabilidad acorde con los tiempos, consiguiendo así conservar un barrio modélico, con unas viviendas dignas para beneficio y disfrute de sus moradores.

 

 

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