Agentes de la Guardia Civil de Tráfico de A Coruña, adscritos al Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT), en el marco de la denominada “Operación Xallas”, han logrado desmantelar una trama que se dedicaba a la simulación de accidentes de tráfico para cobrar indemnizaciones por lesiones y por daños materiales en los vehículos. Las investigaciones apuntan a un montante de 300.000 euros estafados a 14 compañías de seguro.
2 detenidos y 23 imputados
Los que se creen principales cabecillas de la trama, dos varones vecinos de Dumbría, serán puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Número Dos de Corcubión durante la mañana de este jueves, día 20. Además de estos dos detenidos, los agentes han imputado a otras 23 personas, todos ellos igualmente vinculados a la comarca xaiense, con distinto grado de implicación. Casi todos los imputados tienen vínculos familiares o afectivos con los detenidos y en otros casos son personas con escasos recursos económicos que se prestaron a formar parte del engaño.
41 accidentes e infinidad de métodos al servicio del engaño
Los investigadores creen que los primeros accidentes simulados, de un total de 41, se remontan al año 2010, aunque la mayor actividad delictiva se detecta durante todo el año 2012 hasta principios del 2013, justo cuando el GIAT intensifica la toma de manifestaciones a los testigos de los supuestos accidentes.
Casi todos los siniestros tuvieron lugar en las inmediaciones de las viviendas de los imputados, fundamentalmente en horas nocturnas y en carreteras de poco tránsito para evitar testigos inesperados. Hasta siete de los accidentes tuvieron lugar en el mismo cruce. Para dar más credibilidad a los siniestros contaban con personas de confianza que manipulaban los airbag de los coches haciendo que éstos se disparasen.
Lesiones simuladas, documentaciones falsas, vehículos con muchos kilómetros pero poco antiguos, para que las compañías tuviesen que abonar los siniestros por matrícula, salidas de vía, robos simulados de objetos dentro de los turismos o incluso el robo del mismo coche y posterior incendio, todo un sinfín de métodos al servicio del fraude para conseguir las mayores indemnizaciones tanto por lesiones como por daños materiales.