Los expertos en la lucha antiterrorista especializados en el grupo Resistencia Galega calculan que la emergente organización –considerada terrorista por la Justicia– cuenta con una quincena de militantes operativos repartidos por la Comunidad gallega con posibilidad de recibir instrucciones para actuar. Además, cuentan con algún tipo de estructura estable en Portugal y les arropa un entorno de plataformas y organizaciones integrado por cerca de medio millar de personas.
Según han informado a Europa Press estos expertos en la lucha antiterrorista, este reducido grupo de personas a las órdenes de la banda hacen vida normal como ‘legales’ (no fichados por las fuerzas de seguridad). En cambio, los máximos dirigentes viven en la clandestinidad como ‘liberados’ (fichados). Se trata del ‘número uno’ de la banda Antón García Matos y María Asunción Losada Camba a los que se sitúa en algún punto al norte de Portugal, según las mismas fuentes consultadas.
Este y otros elementos llevan a pensar a los investigadores que Resistencia Galega cuenta con algún tipo de infraestructura estable en el país luso. Los expertos en Información de la Policía Nacional han detectado además que la organización ha tenido en su poder artefactos explosivos elaborados y trasladados desde ese país.
Sucesivos golpes policiales
Entre los años 2005 y el pasado 2013, tanto la Policía como la Guardia Civil han llevado a cabo la detención de un total de 18 integrantes de esta organización, algunos de especial relevancia. El 30 de noviembre de 2011 fueron detenidos en Vigo y Lugo seis militantes en una operación que significó la desarticulación de la estructura militar de la banda en la zona sur de Galicia.
También el 29 de octubre fue arrestado en Ferrol otro militante al que se consideraba responsable del ‘aparato de finanzas‘ de la organización, encargado de abastecer económicamente a la dirección de la banda en la clandestinidad. En base al relato policial, el sistema empleado era coordinar las aportaciones de capital de las distintas demarcaciones comarcales.
El tercer –y hasta ahora último– golpe de envergadura se produjo el 7 de enero de 2013 con la detención en Ames (A Coruña) del considerado jefe del ‘aparato militar’ de esta estructura legal, según esta fuentes.
A pesar de estos golpes policiales, Resistencia Galega es una organización con cierta capacidad de regeneración, en parte debido a un apoyo social suficiente como para recuperarse, en base a lo expuesto por expertos en la lucha antiterrorista, ya que se integra en torno a lo que denomina el «Movemento de Liberaçom Nacional Galego» (MLNG), al estilo del MNLV de ETA.
Como en el caso vasco, en éste también existen diferentes plataformas que dan apoyo social al grupo terrorista, principalmente la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI) fundada en su día por el propio Antón García Matos. Las fuentes consultadas por Europa Press estiman que una 500 personas integran este entorno radical.
Visitas a las cárceles
Un centenar de personas han participado este fin de semana en la ‘Marcha ás cadeas’ que organiza la ‘Asociación de Familiares e Amigos de Presos Galegos Que Voltem Para a Casa‘ que –en dos rutas desde Ferrol y Vigo– se desplazaron hasta distintas prisiones donde hay detenidos de Resistencia Galega. El objetivo de la marcha es «trasladarles la solidaridad de sus allegados, denunciar el régimen penitenciario que se les aplica y reclamar su traslado a una prisión en Galicia«, según un portavoz del colectivo. Esta iniciativa lleva ya ocho ediciones.
Las fuerzas de seguridad consideran a Resistencia Galega heredera de movimientos violentos que operan en esa región desde hace 40 años. La evolución de otras organizaciones precedentes como los ‘Irmandiños’ o la Loita Armada Revolucionaria (LAR) y el Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive (EGPGC). En este último llegó a militar el actual cabecilla de Resistencia Galega, Antón García Matos.
No obstante, el nacimiento de Resistencia Galega se sitúa en el año 2005 y su primera acción en julio de ese año cuando el grupo colocó un artefacto explosivo en el domicilio de Francisco Vázquez Pereiro en A Coruña. Era un miembro de AMI (una de las plataformas del entorno) al que acusaron de ser confidente de la Policía.
34 atentados desde 2005
Desde entonces, según estas fuentes, Resistencia Galega ha llevado a cabo un total de 34 acciones más con artefactos explosivos e incendiarios en toda la geografía gallega. Sus objetivos prioritarios son los partidos políticos, sindicatos, inmobiliarias, jueces, empresarios, fuerzas de seguridad, entidades bancarias y oficinas de empleo. Esta continuidad en las actividades ha llevado a la Policía Nacional a crear una sección especializada en este grupo dependiente de la Comisaria General de Información.
Estos expertos consideran que hasta la fecha, las acciones de Resistencia Galega no buscan causar víctimas mortales sino provocar daños materiales con fines propagandísticos.