El sistema eléctrico español, arrastra un déficit de tarifa que amenaza con convertirse en un problema de primer nivel para nuestra economía. Para acabar con el creciente déficit –23.159 millones de euros-de tarifa, el desequilibrio entre los costes regulados y los ingresos del sistema eléctrico el gobierno ha tomado una serie de medidas.
¿POR QUÉ SE PRODUCE UN DÉFICIT?
El déficit se creó porque los ingresos regulados del sistema eléctrico no son suficientes para cubrir los costes asociados a las actividades reguladas. Este déficit viene produciéndose desde 2005, cuando los Gobiernos empezaron a utilizar la parte regulada de la factura para modular las posibles subidas de la luz. El déficit se generó en los años anteriores porque los Gobiernos no repercutieron en la tarifa integral los costes reales de la generación de electricidad.
Además, los Gobiernos han metido en la tarifa conceptos políticos, como las primas para incentivar a las energías renovables o la protección al carbón nacional. Estas y otras decisiones han elevado los costes reales y los Gobiernos no los trasladaron a la tarifa para evitar subir la luz, algo que no es popular. El objetivo es mantener las tarifas dentro de lo “aceptable” política y socialmente. Pero desde el 2007, la factura ya ha crecido más de un 60%, en parte por no agrandar el agujero que se ha ido creando.
Esto significa, que lo que pagan los consumidores en la factura de la luz es insuficiente para cubrir los costes del sistema.
Pero todo el mundo está de acuerdo en que quienes pagarán este déficit creado por las políticas energéticas de los Gobiernos anteriores serán los actuales y futuros consumidores -durante 20 o 30 años-en sus facturas.