Los análisis efectuados por el Instituto Nacional de Toxicología habrían evidenciado dosis elevadas de un ansiolítico en el cuerpo de Asunta Basterra, la niña de 12 años hallada muerta en una pista forestal de Teo, municipio próximo a Santiago de Compostela, en la madrugada del pasado 22 de septiembre.
Fuentes próximas al caso han informado a EFE de que se trataría de lorazepam, un tranquilizante de la familia de los benzodiazepínicos que suele comercializarse bajo marcas como Orfidal o Idalprem, fármacos que se utilizan para tratar estados de ansiedad y siempre bajo prescripción médica.
El juez que instruye la causa abierta por la muerte violenta de esta menor ha trasladado a las partes este jueves día 3, el argumentario que ha motivado el ingreso en prisión, el viernes 27 de septiembre de los padres de la víctima, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra.