Carmelo Jordá-(LD)_Escucho en la Asamblea de Madrid el discurso, plúmbeo como el solo, del portavoz de UPyD en la Cámara regional, Luis de Velasco. Aclaro antes de continuar que no tengo ninguna animadversión por UPyD, un partido al que he llegado a votar, ni para su rama madrileña, hoy por hoy la principal presencia institucional de los de Rosa Díez en comunidades y ayuntamientos.
Sin embargo, el discurso de Luis de Velasco me ha resultado muy preocupante: no por el escaso punch parlamentario del de UPyD, que eso ya lo sabíamos, sino porque ha sido un discurso de izquierdas, rayando en la radicalidad, que habría podido firmar el ala más siniestra, en el doble sentido, del PSOE.
El eje alrededor del cual ha pivotado ha sido la necesidad de «una sociedad más igualitaria». Podemos discutir mucho sobre los más perversos efectos del igualitarismo, pero, en cualquier caso… ¿qué tipo de partidos lo ubican en el eje de su acción política? ¿Debe ser el centro del discurso más importante del año de un candidato, se supone, de centro o como mucho de centro-izquierda?
Pero agárrense los machos, que lo segundo más sustancioso que se ha podido escuchar en el discurso es que Luis de Velasco quiere que nos suban los impuestos. Ha citado IRPF, Patrimonio y Sucesiones, pero en un momento dado también ha dado la idea de «crear otros impuestos«. Hombre, Luis, no me jodas, ¿acaso te parece que pagamos pocos?
Sé que los de Rosa Díez tienen cierto cacao ideológico y en muchas ocasiones cada uno hace un poco la guerra por su cuenta, vale, pero quiero pensar que el discurso más importante del año en el Parlamento regional en el que tienen más representación, además de ser uno de los más mediáticos de España, no lo hace Luis de Velasco según le sale a él mismo de las barbas y en solitario.
UPyD es un partido de centro izquierda, de acuerdo, aunque nació con un ánimo más transversal que yo creo ya ha abandonado, lo que lamento. Pero, en cualquier caso, si Rosa Díez quiere que su partido pesque como está pescando votos en caladero del PP, hará bien en dejar de lado la peor demagogia izquierdista.
Porque si lo que necesitan España y, en este caso concreto, Madrid es más impuestos y un igualitarismo a ultranza promovido desde los poderes públicos, igual tenemos que repensarnos esa simpatía que UPyD despierta en muchos de nosotros, que pensábamos que estábamos ante una izquierda no sólo más honrada sino algo menos cerril.
Y a mí, la verdad, los honrados cerriles me dan más miedo que los sinvergüenzas, que siempre prefieren robarte a masacrarte.