Sobre las doce de la mañana de este sábado, día 6, familiares de Juan Carlos Amosa, el propietario del Bodegón Amosa en el barrio de Sar en Santiago de Compostela, encontraban su cadáver en la bodega del establecimiento, con medio cuerpo suspendido en el interior de una cuba de vino, por lo que se achaca el fallecimiento al gas carbónico que produce el vino.
Fue necesaria la intervención de los bomberos para poder retirar el cadáver, ante las dificultades con las que se encontraron los operarios de la funeraria, que hicieron el levantamiento por orden judicial. Aunque todo parece apuntar a un trágico accidente como causa del fallecimiento, la Policía Científica analizó el establecimiento, en el que no se apreciaban rastros de acción violenta.