(Diario de a bordo)-Suave se deslizaba la proa por las aguas verdosas del Yarra. El sol calentaba como de costumbre, pero se agradecía en la piel tras tantos días de bamboleo incesante. Un atraque limpio y rápido, que hasta pareció sencillo. Banda de música en el muelle esperando para darnos la bienvenida a Australia. Por fin llegamos.
Dos días después de nuestra llegada, recibimos a bordo a nuestro Ministro de Defensa, Embajador, AJEMA y otras autoridades para dejar constancia de la importancia de nuestra travesía, y por ende, de la de nuestra integración aquí, en este continente tan poco conocido por nosotros. No sólo vinieron nuestras autoridades, la comitiva incluyó amplia representación australiana homóloga a la española.
Dos días de ensayo y puesta a punto del buque para dar el recibimiento que merecían y que sólo nuestra Armada sabe dar. De blanco, con un sol abrasador, en formación y expectantes. Todo preparado y mimado hasta el más mínimo detalle. El silencio parecía pesar en el ambiente mientras los minutos corrían lentos. Por fin, a lo lejos comienzan a aparecer los coches que traen a quienes vamos a saludar. Cual gladiadores en la arena, armas presentadas, la guardia rindió honores a ritmo de chifle, mientras el resto de la dotación saludaba marcialmente.
Uno a uno, nuestras ilustres autoridades y sus acompañantes subieron a bordo para ser acompañados por el Sr. Comandante en una breve visita por
nuestro buque. Tras una presentación en puente acerca de nuestra travesía y los esfuerzos desarrollados por la dotación durante este largo periodo, el Ministro y compañía, recorrieron los principales puntos estratégicos del buque donde recibieron explicaciones de las funciones y misiones de cada servicio del buque.
Durante esta visita, toda la dotación se concentró en hangar para preparar la foto de familia que deja constancia de estos momentos tan importantes para nuestra vida militar.
Tras la despedida de toda la comitiva, nuestro Sr. Comandante, visiblemente emocionado, nos felicitó por tan excelente trabajo y nos alentó a seguir por el mismo camino e incluso mejorar para conseguir ser “El mejor buque de la Armada Australiana” (sólo por este año, por supuesto).
Suave golpean el costado las aguas verdosas del Yarra, mientras vemos un goteo constante de gente que sale para celebrar que por fin hemos llegado y que hemos tenido un recibimiento de altura