El pacto de los lobos

Federico QuevedoFederico Quevedo-(el confidencial)

Trece años después, como digo, los responsables se iban a sentar en el banquillo y el líder de esa formación, Josep Antoni Durán i Lleida iba a declarar como testigo, pero antes de que todo eso ocurriera la Fiscalía de Barcelona ofreció a UDC un pacto por el cual se daba carpetazo al asunto a cambio del reconocimiento de culpa y el pago de casi 400.00 euros, menos en cualquier caso de lo que se llevaron y de lo que en un principio solicitó el fiscal. Podríamos pensar que ese pacto era la consecuencia de la complicidad con la que interactúan las instituciones catalanas y los diversos poderes en aquella comunidad -Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Cuarto Poder, o sea, la Prensa-. De hecho, la Fiscalía de Barcelona ya había actuado al margen de las directrices de la Fiscalía General del estado en diversas ocasiones, la más reciente a cuenta del famoso borrador publicado por un diario nacional y que hablaba de las cuentas en Suiza de la familia Pujol y otros dirigentes nacionalistas.

Pero, obviamente, hablamos de un asunto de mucha más envergadura y la prueba de ello es que unas horas después el propio Torres Dulce asumía ese pacto y lo explicaba con el sin duda razonable argumento de la excesiva duración de la instrucción del caso. El fiscal de Barcelona podría haber actuado por libre, pero es bastante poco probable que lo hiciera Torres Dulce en un asunto tan delicado, lo cual nos lleva a concluir que el pacto contaba con la aquiescencia del Gobierno. ¿Por qué? “Es una razón de Estado: el juicio habría significado una presión excesiva sobre Durán y había riesgo de que dimitiera, y Durán es hoy el único nexo, por débil que sea, que mantiene viva la comunicación entre el Gobierno de España y la Generalitat”, me decía un alto cargo el pasado jueves. Y fuentes de PP añadían: “Las consecuencias de este pacto se van a ver, seguramente, en unos meses”, queriendo decir que, probablemente, Duran y Unió respondan en el futuro a este acuerdo con un claro distanciamiento de la deriva soberanista de Artur Mas y ERC, sino con la ruptura lo que llevaría a la ruina los planes del actual presidente de la Generalitat.

No lo se, insisto, puede ser que todo eso vaya a ocurrir, o no, pero este país no puede aceptar más razones de Estado para tapar la corrupción, sea esta del tipo que sea. Miren, yo no voy a entrar en si Durán i Lleida debe dimitir o no. El sabrá si cumple con su palabra o no lo hace –y parece que no lo va a hacer-, lo que a mi me preocupa es que se lleguen a acuerdos de este tipo que, en definitiva, lo que hacen es tapar las vergüenzas de nuestros políticos, de nuestras clases dirigentes. ¿Va a pasar lo mismo con Iñaki Urdangarín? ¿Se va a llegar a pactos con los banqueros que tienen que pasar por el banquillo de los acusados después de haber abusado de los clientes de sus bancos y cajas de ahorros? Y si se les condena, ¿se les va a indultar después como vienen haciendo PP y PSOE cada vez que se turnan en el poder con los casos que afectan a uno y otro partido? ¿Por qué se tapa la corrupción de CiU y nadie abre una profunda investigación sobre todo lo que estamos conociendo? ¿Hasta donde cree la clase política que puede llegar la paciencia de una sociedad que ve como a los ciudadanos se les persigue por cualquier mínima deuda con la Hacienda Pública, mientras que a los políticos, a la casta dirigente, se le perdonan todos sus excesos y todos sus delitos?

Ya el simple hecho de que la instrucción del ‘caso Pallerols’ haya sido tan dilatada indica el grado de interés que la propia Justicia a puesto en la resolución del mismo, pero luego vemos como se resuelven desahucios casi de un día para otro. Al final, resulta que los paganos de la crisis somos siempre los mismos, y de nuestros bolsillos salen también los dineros con los que se pagan las deudas de quienes previamente lo han robado, ¿o de donde creen que van a salir los casi 400.000 euros del acuerdo? El pacto con Unió en un Pacto de Lobos, de lobos que devoran las raíces éticas de un sistema que se está destruyendo a sí mismo cuando permite que se cometan estos abusos que indignan a la ciudadanía y nos llenan de vergüenza.

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