(AD)La reforma del régimen disciplinario de la Guardia Civil ha pasado el trámite del Consejo de Personal del Cuerpo, que ha celebrado en la mañana del lunes, día 17, su cuarta reunión plenaria de 2012 bajo la presidencia del director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa. De las cuatro asociaciones con representación en este órgano, dos han votado en contra (la Asociación Unificada de Guardias Civiles y la Unión de Guardias Civiles); una, a favor (la Asociación Escala de Suboficiales de la Guardia Civil) y otra (la Unión de Oficiales) se ha abstenido.
Las principales novedades que se incluirán son tres, según han adelantado fuentes de Interior: la consideración de falta muy grave cuando un guardia civil se manifieste de uniforme o con armas, o, en cualquier caso, haciendo valer su condición de militar; la tipificación como delito de las acciones u opiniones que infrinjan el deber de independencia política y sindical de los miembros de la Guardia Civil (como ya ocurre con el deber de neutralidad en las Fuerzas Armadas); y la incorporación de la responsabilidad colectiva para responder ante determinados delitos, es decir, que si una asociación realiza una actividad considerada delictiva, deberán responder disciplinariamente todos los miembros del órgano de gobierno de dicha asociación.
Este último aspecto (que introduce por primera vez las sanciones disciplinarias colectivas en la Guardia Civil) es uno de los más polémicos, porque algunas asociaciones profesionales de la Benemérita lo consideran un «ataque» contra ellas. Interior, por su parte, justifica la adopción de esta medida disciplinaria «para cumplir con la ley que regula el derecho de asociación» en el ámbito civil. En dicha normativa, concretamente en su artículo 15, se establece que la responsabilidad penal, civil y administrativa de las asociaciones recae sobre «los miembros o titulares de los órganos de gobierno y representación, y las demás personas que obren en nombre y representación de la asociación».
A favor y en contra de la reforma
Las novedades que se incorporarán en el nuevo régimen disciplinario de la Guardia Civil cuentan, al igual que está sucediendo con la reforma del régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, con partidarios y detractores. Entre los primeros se encuentran la cúpula de Interior y de la propia Benemérita, así como algunas asociaciones del Cuerpo, que consideran que la modificación «es necesaria porque hay tipos delictivos que no están incluidos en la actual normativa y hay que recogerlos en un nuevo texto legal». Pero los detractores de esta reforma, entre los que se encuentran las dos asociaciones que han votado en contra en el Consejo, consideran que es «un recorte de derechos» y una «maniobra para cargarse el asociacionismo» en la Guardia Civil.
También critican el, a su juicio, «oscurantismo» con el que se está efectuando la reforma, aspecto éste que Interior niega rotundamente, argumentando que «el texto se les remitió a las asociaciones el 28 de noviembre y la semana pasada se celebró la Comisión de Normativa en la que pudieron expresar su opinión al respecto». «Es totalmente falso -insiste Interior- que estemos actuando sin transparencia». Y es que, a juicio de altos mandos de la Guardia Civil consultados por AD, «con la reforma se esclarecerán algunos tipos delictivos que no estaban tipificados, pero, en lo fundamental, nuestro régimen disciplinario seguirá siendo el mismo».
Las modificaciones del régimen disciplinario de la Guardia Civil (actualmente regulado por la Ley Orgánica 12/2007, de 22 de octubre) se incluirán en una disposición del proyecto de Ley Orgánica de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Armadas que está elaborando el Ministerio de Defensa. «Se hace así, no para ´colar´ la reforma del régimen disciplinario de la Guardia Civil en la de las Fuerzas Armadas, sino por economía normativa (porque la acumulación de iniciativas legislativas en una sola queda justificada cuando hay una identidad de materias) y para cubrir un vacío legal que hay en nuestra Ley de Régimen Disciplinario», concluyen las fuentes consultadas.