El Gobierno de Zapatero compró en plena crisis suelo por valor de 193 millones que hoy vale la mitad

En plena crisis, la entidad pública empresarial de suelo (Sepes) se hizo con una  cartera de suelo valorada en 193,72 millones de euros. Actualmente, no  vale más de 99,97 millones.

Las compras de suelo más cuantiosas se produjeron  durante 2009, cuando los efectos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria  ya eran apreciables.

El diario ABC publica que tras el cambio de Gobierno hace un año, el nuevo equipo del Ministerio de Fomento se dispuso a actualizar el precio del suelo adquirido por la Administración socialista. El diario señala que como ocurrió en otros departamentos de este ministerio, el resultado de ese análisis demuestra una nula preocupación por los criterios de rentabilidad y eficiencia económica.

Esta cabecera recuerda que en plena crisis, Sepes se hizo con una cartera de suelo valorada en 193,72 millones de euros. Actualmente, no vale más de 99,97 millones; es decir, en pocos años se han esfumado más de 93 millones de euros, casi un 48,4% de su valor, según revelan las cuentas de la entidad a las que ha tenido acceso ABC.

Según este diario, las compras de suelo más cuantiosas se produjeron durante 2009, cuando los efectos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria ya eran apreciables. Buena parte de estas operaciones se derivaba del acuerdo firmado entre la sociedad pública y el Ministerio de Defensa, por el que el suelo de titularidad militar se destinaba a la construcción de vivienda protegida.

El diputado socialista, Pedro Saura, era el que estaba al frente de la entidad pública empresarial de suelo (Sepes) durante el gobierno de Zapatero. Este diario destaca que normalmente, la grave situación económica de las infraestructuras españolas se asocia al exceso de oferta, a las obras que se acometieron en los tiempos de bonanza que han perdido su atractivo, tanto por sus dificultades de financiación como por la caída de la demanda. ABC afirma que en el caso de Sepes, ni siquiera se ha dado este paso. Muchos terrenos que se adquirieron para albergar zonas residenciales se mantienen hoy como eriales sin más signos de actividad que su maleza.