El hallazgo, que se publica en American Journal of Physiology fruto de la colaboración entre el IIM (CSIC Vigo) con diversas entidades, desafía la visión tradicional de que los pulpos responden al estrés mediante mecanismos neuroendocrinos análogos a los de los vertebrados.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC), ha confirmado que el pulpo común (Octopus vulgaris) no produce corticosteroides relacionados con el estrés en vertebrados, lo que sugiere una respuesta al estrés distinta, con posibles implicaciones para la acuicultura y el bienestar animal en su cultivo.
La investigación que ha dado lugar a este hallazgo se llevó a cabo por el grupo Biotecnología Acuática (IIM-CSIC) con la colaboración de Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture Science (Reino Unido), el Pescanova Biomarine Center (España) y el Centro de Ciências do Mar do Algarve (Portugal) y se enmarcó en proyectos de investigación con financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) y del propio CSIC.
El estudio indagó en los mecanismos de respuesta al estrés y la posible regulación osmótica en el pulpo común.
“Esta especie es un candidato prometedor para la diversificación de la acuicultura, especialmente en Europa. Por ello, a medida que crece el interés en su cría, surgen preocupaciones sobre su bienestar animal. En vertebrados las mediciones de los niveles de cortisol oncorticosterona se han utilizado con éxito como indicadores de estrés y bienestar. Por ello, era importante explorar si los pulpos también producen cortisol o corticosterona y, de ser así, si los liberan al agua en respuesta al estrés, como puede ocurrir en peces y anfibios”, expone el investigador del CSIC Josep Rotllant.
“Se ha demostrado, mediante técnicas avanzadas de cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas, que este cefalópodo no produce cortisol, corticosterona ni cortisona, hormonas clásicamente asociadas tanto a la respuesta al estrés como a la regulación osmótica en vertebrados, especialmente en especies acuáticas que enfrentan cambios de salinidad. La confirmación de la ausencia de estos compuestos en la hemolinfa de estos animales respalda la hipótesis evolutiva de que los pulpos, como moluscos, carecen de una respuesta al estrés mediada por corticosteroides, lo que desafía los modelos vertebrados comúnmente utilizados como referencia” explica Rotllant.
El estudio también puso de relieve que, aunque se observó una baja capacidad para absorber cortisol del medio acuático, los pulpos mostraron una elevada absorción de 17β-estradiol (E2), un comportamiento coherente con lo observado en otros moluscos.
“Estos resultados podrían arrojar luz sobre la reciente mortalidad masiva de pulpos detectada tras fuertes lluvias en las rías gallegas, donde el aporte de agua dulce provocó descensos bruscos de salinidad. En especies que sí producen cortisol, esta hormona cumple un papel fundamental en la regulación iónica, permitiendo una adaptación fisiológica a cambios osmóticos. La ausencia de esta vía hormonal en el pulpo sugiere una limitada capacidad de respuesta ante disminuciones rápidas de salinidad, lo que podría comprometer seriamente su homeostasis y supervivencia”, señala Rotllant.
Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la fisiología del pulpo, sino que también tiene implicaciones clave para su manejo en acuicultura y para la conservación de sus poblaciones en un contexto de cambio climático y eventos extremos cada vez más frecuentes. Además, respalda el argumento evolutivo de que es improbable que los pulpos presenten una respuesta al estrés mediada por corticosteroides similares a los de los vertebrados.