Los ministros de Finanzas de la zona euro se centrarán en el rescate de Grecia y en el plan de recompra de la deuda helena.
También estudiarán el futuro rescate de Chipre, aunque todavía no tomarán ninguna decisión.
El Eurogrupo, integrado por los ministros de Finanzas de la zona del euro, dará este lunes su visto bueno al desembolso de casi 37.000 millones de euros para sanear los cuatro bancos españoles nacionalizados, al tiempo que conocerá los detalles del plan de recompra de deuda griega por parte del Gobierno heleno.
El grupo de trabajo del Eurogrupo de la semana pasada y el consejo de directores del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ya dieron su autorización formal al desembolso, por lo que el respaldo de los ministros del ramo es un mero trámite.
La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) constataron en su informe sobre la primera revisión del rescate de la banca que España ha cumplido todas las condiciones para el primer pago de fondos del MEDE, que llegarán en la primera quincena de diciembre.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, firmará con el presidente del MEDE, Klaus Regling, el nuevo acuerdo maestro para traspasar el programa del fondo de rescate temporal al permanente.
A los 36.968 millones de euros que recibirán las cuatro entidades españolas nacionalizadas (Bankia: 17.959 millones, CatalunyaCaixa: 9.084 millones, Novagalicia: 5.425 millones y Banco de Valencia: 4.500 millones) hay que sumar 2.500 millones que irán destinados a la Sociedad de gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocido como el «banco malo».
Fuentes del Ministerio de Economía explicaron que ese dinero se inyectará técnicamente en febrero de 2013.
En total, la ayuda europea suma 39.468 millones de euros, un préstamo por el que España pagará un interés inferior al 1 %.
Dado que este punto del día es una mera formalidad, el Eurogrupo se centrará sobre todo en el rescate de Grecia y en el elemento que quedó abierto tras la última reunión del día 26, en la que se remodeló el programa y se desbloqueó una ayuda de 43.700 millones de euros: el plan de recompra de deuda griega.
Los ministros conocerán la horquilla de precios y el calendario del programa de Atenas y de cuyo éxito dependerá la continuación en el rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La eurozona reconoce que no tiene ningún «plan B» para Grecia si la recompra de deuda a un descuento sustancial por parte de ese país no logra la suficiente aceptación voluntaria por parte de los acreedores privados.
No obstante, confía en que el proceso concluya con el resultado esperado, porque de lo contrario tendrían que hacer «una completa revaluación» del rescate y se crearía una «situación muy, muy complicada», admitió una fuente europea.
El resultado de la recompra de deuda se conocerá previsiblemente a mediados de diciembre.
Entre las medidas acordadas el pasado martes figura dar dos años más a Grecia, hasta 2016, para que alcance un superávit primario (antes del pago de intereses) y flexibilizar la reducción del nivel de deuda, que tendrá que disminuir hasta el 124 % en 2020 frente al 120 % anteriormente establecido y ser inferior al 110 % en 2022.
La recompra de deuda forma parte del paquete de medidas aprobado el pasado martes para hacer sostenible la deuda helena, que incluye además una nueva reducción de los intereses de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia y de las comisiones que el país paga al fondo temporal de rescate por los créditos.
También se estableció una moratoria en el pago de intereses al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y una ampliación del vencimiento de los préstamos bilaterales y de los del fondo, así como el traspaso a Grecia de los beneficios de la compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE).
Por último, el Eurogrupo también analizará el futuro rescate de Chipre, si bien no tomará ninguna decisión a la espera de que se publiquen los resultados de la auditoría de la banca para recapitalizarla a finales de la próxima semana o a principios de la siguiente y se concrete el impacto de medidas en la sostenibilidad de la deuda, como las privatizaciones y el presupuesto para 2013.