El temporal se resiste a abandonar Galicia, donde, pese a que la situación ha mejorado, en las últimas horas se mantienen afecciones en el tráfico ferroviario y en el transporte de ría, pero también se han registrado caídas de árboles y ramas, inundaciones y en torno a una docena de ríos gallegos siguen bajo vigilancia.
Así, desde el pasado sábado, la Xunta mantiene activo el ‘Plan Especial de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en Galicia (Inungal) de seguimiento del nivel de ríos debido a posibles desbordamientos puntuales en sus cursos.
Según los últimos datos facilitados por Augas de Galicia, en estos momentos se registran niveles superiores a los límites de seguimiento fijados en el Dubra, Tamuxe (O Rosal), Landra (Insua, en Vilalba), Anllóns (Ponteceso), Tambre (Oroso), Lérez (Pontevedra), Landro (Viveiro), y Mandeo (Betanzos).
Idéntica situación se da en el Masma (Mondoñedo), Verdugo (Ponte Caldelas), Ouro (Foz), Umia (Caldas de Reis) y Arnoia (Allariz).
Fuentes municipales confirmaron, asimismo, que el Tambre ha desbordado en varios puntos en Oroso, aunque la situación está controlada.
CRECIDA EN EL MIÑO Y PROBLEMAS CON LA TRAÍDA EN CASTRO DE REI
En la provincia de Lugo se produjeron desbordamientos en el Ladra que en la pasada jornada obligaron a cortar una vía provincial, pero, además, el centro de control de la cuenca de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil informó de que la estación del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) N0001 en el río Miño, en Lugo, registraba unos niveles que superan el umbral de prealerta.
Por ello, desde el Área de Transición Ecolóxica se ha advertido que no se recomienda el tránsito peatonal en el tramo del Paseo do Miño entre el balneario de Lugo y el restaurante O Muiño, debido a la crecida del río a su paso por la ciudad.
Además, se hace un llamamiento a la ciudadanía para pedir que no se acerquen hasta las zonas inundables próximas a los ríos para evitar correr riesgos innecesarios y no poner en peligro su seguridad.
En Castro de Rei, el Ayuntamiento emitió un aviso urgente a los vecinos debido a las consecuencias de la borrasca, que provocó desbordamientos en el Miño y en el Azúmara. Las inundaciones afectaron a las instalaciones municipales de bombeo del agua, por lo que el agua de la traída presenta una elevada turbidez que desaconseja su consumo. Con el objetivo de garantizar el acceso al agua potable, el Ayuntamiento activó un servicio de suministro alternativo dirigido a los hogares que dependen exclusivamente de la traída municipal, especialmente en las zonas urbanas del municipio.
ÁRBOLES RETIRADOS
Por otra parte, los bomberos del parque provincial de Arzúa han informado de que en las últimas horas de la pasada jornada fueron movilizados para participar en varios operativos para retirar árboles caídos en Arzúa. El primero de ellos fue notificado pasadas las 21:20 horas y en él, los bomberos provinciales tuvieron que retirar un árbol que cortaba la circulación en los dos sentidos de la N-547, a su paso por la parroquia de Furelos, en el ayuntamiento de Melide.
En el lugar de Bascuas, en la parroquia arzuana de Rendal, los bomberos provinciales participaron en un doble operativo; una incidencia fue provocada por la caída de un árbol que cortó por completo la circulación y otra por el desprendimiento de un árbol que llevó consigo el tendido eléctrico y cortó el tránsito en la carretera.
En la mañana de este martes fueron también movilizados para proceder a la retirada de un árbol caído sobre el Camino de Santiago en el lugar de A Pena, en la parroquia de O Barreiro, en Melide.
Igualmente, bomberos del parque de Boiro han participado en un operativo provocado por el desprendimiento de un árbol sobre una nave comercial en Cimadevila.
El árbol afectó al mobiliario y debido a su envergadura fue preciso notificar la incidencia a una empresa especializada para hacer empleo de maquinaria más especializada y así reducir los daños al máximo.