El capitán del petrolero ‘Prestige’, Apostolos Mangouras, ha defendido que el barco pudo trasladarse «a una ensenada» para hacer el trasvase de la carga de fuel a un buque «más pequeño», tras haber conseguido su estabilización. Mientras, ha considerado que «con sus acciones», las autoridades españolas «subestimaron» las vidas humanas.
En su declaración a las preguntas de los abogados del Estado, Mangouras ha indicado que el día del accidente, que hace diez años provocó la mayor marea negra que ha afectado a la costa gallega, estabilizaron el barco «no para que fuese al océano».
«Las autoridades españolas sabían muy bien lo que había pasado en el buque», ha recalcado Mangouras, quien ha manifestado que en esos momentos pensaban que irían «a un puerto de aguas abrigadas», pero que le respondieron que «no podía ser, que el barco tenía que irse».
«Si no nos aceptan, yo no puedo pedir nada», ha replicado a la otra abogada del Estado, Consuelo Castro, que defiende al exdirector general de la Marina Mercante José Luis López Sors, sobre la posibilidad de llevarlo a la ensenada de Corcubión.
Preguntado también por esta letrada si le parecía razonable, después de 22 horas, que «una vez firme el remolque se tire del barco en dirección contraria a la costa con independencia del lugar donde se vaya a llevar», el capitán ha admitido que «sí».
Avería del barco
Por otra parte, en su interrogatorio ha insistido también en que desconocen «la razón» por la que se produjo en el barco una «fisura exterior». En cuanto a las posibles causas, no ha descartado que fuese por «una ola gigante» o porque hubiese sido golpeado por «un objeto».
En concreto, ha especulado con que pudo haber sido golpeado por «un tronco», por un contenedor, por los restos de un naufragio. Incluso, ha recordado que uno de los tripulantes llegó a plantear que pudo haber sido golpeado por «un submarino».
Fondearlo con el temporal
Preguntado por el temporal que había ese día, ha argumentado que el buque podía «hacer frente» al mismo «sin ningún problema por su tamaño», aunque ha descartado fondearlo en ese momento por el «tamaño» del barco. También ha insistido en que había «olas gigantes». «Había momentos que todo estaba cubierto de mar», ha sentenciado.
Al igual que hizo en su interrogatorio del martes ante la Fiscalía, ha reiterado que, tras una «primera impresión» sobre una rotura en el mamparo entre los tanques de lastres, se dio cuenta de que la avería tenía su origen en una «fisura exterior» entre dos de estos tanques.
«Entraron 10.000 toneladas de agua en diez minutos y deduje que la falla era muy grande», ha recalcado. Sobre el riesgo de hundimiento con la escora que tenía el barco -entre 25 y 30 grados, según su testimonio- ha añadido que existe «a partir de los 45 grados».
Vertido de fuel
Además, ha confirmado que «desde el primer instante» comprobó que salía fuel, pero ha negado que saliese de los tanques de carga. «La carga no salía directamente del tanque al mar porque no teníamos ninguna fisura», ha recalcado Mangouras.
Respecto a la evacuación de la tripulación, ha indicado que su «primera preocupación» era «salvar» a los tripulantes. «Tenía la impresión de un riesgo inminente», ha admitido a preguntas de la abogada del Estado Consuelo Castro.
A la pregunta de por qué pidió entonces el transbordo de tripulación española si había «una situación de riesgo», ha dicho que pidieron «ayuda» cuando ya habían conseguido estabilizar el barco.
Remolque de barco
Por otra parte, Mangouras ha vuelto a negar que no colaborasen con el remolque. Ante los intentos fallidos, ha argumentado que le trasladó al remolcador ‘Ría de Vigo’ que «si no nos remolcaba, utilizará las anclas con fondo suficiente para sujetar el buque y no navegar a la deriva», ha sentenciado.
El capitán ha explicado también que el día 15 vio «otra falla en la cubierta». «Consideré que nuestra permanencia en el buque nos ponía en riesgo», ha añadido en alusión a su decisión de abandonar el barco, junto al primer oficial y el jefe de máquinas.
En cuanto a la documentación del buque, ha rechazado que hubiese intención de «esconder» el diario de navegación. «Se lo llevó todo el tercer oficial porque creyó que todo el mundo iba a abandonar el buque».
Sobre la corrosión que admitió haber visto en los tanques de lastre, ha vuelto a insistir en que «ese color rojo», en relación a las imágenes que se le exhibieron sobre el estado de los mismos, «no se considera un problema».
Apercibimiento a su defensa
Su declaración durante el interrogatorio del abogado del Estado Javier Suárez ha provocado que el presidente de la Sala, Juan Luis Pía, haya apercibido al abogado del capitán, José María Ruiz Soroa, que hizo varias matizaciones a las preguntas planteadas por este letrado. «Yo dirijo el debate, deje de interrumpir el interrogatorio del abogado del Estado que me parece muy correcto«, ha sentenciado