Gijón juró Bandera en un brillante acto enmarcado en el Día de las Fuerzas Armadas

(El Comercio de Gijón-Olaya Suárez y Marco Menéndez-Fot.Damián Arienza)-Justo a las doce del mediodía de este sábado, cuando comenzaba la jura civil de Bandera que organizó la Armada en los jardines de El Náutico, cesó de llover sobre Gijón, lo que permitió que el acto castrense tuviera aún más brillo, sobre todo por el incomparable marco que se eligió para la ocasión. Un total de 400 personas juraron o prometieron lealtad a la bandera y la primera en hacerlo fue la alcaldesa, Carmen Moriyón, seguida de los concejales Pelayo Barcia, Jorge González-Palacios, Jesús Martínez Salvador, Guzmán Pendás y Óliver Suárez. También entre los invitados los hubo que prestaron juramento, como el director de la Feria de Muestras, Álvaro Alonso Ordás; la jefa de gabinete de la Alcaldía, Leticia García Monroy, el sacerdote Eusebio López-Mosquera, y Nicanor Fernández, presidente de la Fundación Oso de Asturias, entre otros.

Y todo discurrió en un acto perfectamente organizado por la Armada y que estuvo presidido por la alcaldesa, Carmen Moriyón, y por el almirante jefe del Arsenal de Ferrol, el vicealmirante Ignacio Frutos Ruiz. Pero también participaron en esta jura civil las más altas autoridades de la Armada en el Cantábrico, como el Comandante General de la Fuerza de Protección de la Armada, el general de Infantería de Marina Manuel García Ortiz; el comandante del Tercio Norte de Infantería de Marina, coronel Francisco Javier Guerrero Mayol; el comandante de la Escuela de Especialidades «Antonio de Escaño«, el capitán de navío Tomás Cordón Scharfhausen; y el comandante naval de Gijón, el capitán de navío Luis Vicente Márquez.

A la llegada del Almirante del Arsenal se le dindieron los honores de ordenanza y seguidamente pasó revista a la Fuerza.

 Para dar más agilidad a la jura, se utilizaron dos banderas, las del Tercio del Norte y la de la Escuela «Antonio de Escaño». La música la puso laUnidad de Música del Tercio del Norte, que anteayer había protagonizado un ameno concierto en la plaza Mayor, mientras que la fuerza en formación la integraron una dotación de gastadores y efectivos de la Escuela de Especialidades «Antonio de Escaño», la dotación del Arsenal de Ferrol y el Tercio del Norte de Infantería de Marina. Los guiones y banderines de cada unidad también tuvieron su protagonismo, especialmente en el acto de homenaje a los caídos.

El acto fue seguido por mucho público en la calle y numerosos vecinos desde los edificios aledaños, con algunas banderas nacionales colgando de las ventanas. Pudieron ver cómo se rindieron los honores de ordenanza al vicealmirante, cómo el jefe de Batallón daba la novedad de que la fuerza estaba formada y cómo se procedió al juramento o promesa ante la Bandera de los 400 ciudadanos que lo hicieron. Y durante prácticamente una hora los jurandos fueron pasando uno a uno ante las enseñas nacionales.

El capellán  del Arsenal de Ferrol, Alejandro Espíritu, rezó una breve oración, «ruego a Dios que os ayude a cumplir con lo que habéis jurado o prometido» y a continuación los 400 ciudadanos , desfilaron, uno por uno, ante las Enseñas de la Patria, bajando la cabeza ante ellas y besándolas, a los sones de diversas marchas interpretadas por la Unidad del Tercio del Norte. La alcaldesa fue la primera en jurar.

 El  comandante naval de Gijón, el capitán de navío Luis Vicente Márquez. fue el encargado de pronunciar la alocución por parte de la Armada y dijo que «este es un acto de jura o promesa a la bandera que estrecha la relación entre los cuatro protagonistas: Gijón, la bandera nacional, la Armada y los jurandos». Recordó que Gijón es «una ciudad abierta y acogedora» y que «esta tierra asturiana es la cuna de España». Recordó asimismo a insignes marinos asturianos, como Pedro Menéndez de Avilés, el capitán de navío Villamil y el capitán de navío Francisco de Paula Jovellanos, hermano del prócer gijonés. También habló del origen de la Bandera Nacional, cuando en 1785 se decidió su uso en los buques españoles, y en 1843, cuando se amplió su empleo al Ejército y a la Infantería de Marina. A los jurandos, el comandante naval les dijo que con ese acto «mostráis públicamente vuestra lealtad con España. Aquí mostráis de manera serena y natural vuestro compromiso». Y es que, como aseguró, «nuestra Bandera es por igual la de todos los españoles».

Después de esta alocución dio comienzo el acto oficial de homenaje a los españoles de todos los tiempos que «sirvieron con lealtad y murieron con honor en defensa de la Patria».

El VA Frutos y la alcaldsa de Gijón depositaron una corona de laurel ante una cruz en honra a los Caídos, mientras los marinos cantaban «la muerte no es el final…». «Cuando la pena nos alcanza por el hermano perdido, cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza. En Tu palabra confiamos con la certeza que Tú ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz. Ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz»….

El capellán castrense rezó una oración por los fallecidos y en esos momentos se escuchó una descarga de fusilería en honor a los  fallecidos.

Para finalizar el acto tuvo lugar un desfile militar por el paseo del Muro, con el incomparable escenario de la bahía de San Lorenzo como fondo.

Previamente se había celebrado una Eucaristía a la que asistieron las autoridades civiles y militares

 

 

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