Tenemos dos ganadores y dos perdedores. Ganan TEGA y BNG, pierden PP y PSOE.
José L. Álvarez
Terra Galega, una vez más, con Marián Ferreiro a la cabeza, ha vuelto a salir vencedora en los comicios locales en Narón. Lo adelantábamos hace solo unos días. De hecho, se podría decir que hemos hecho pleno. Decíamos que TEGA estaba “peleando” para conseguir el edil número 11, que el PP estaba en 5-6, que el BNG subiría al menos a 3 y que el PSOE, en circunstancias normales, bajaría a 2, si bien dejábamos una puerta abierta para el PSOE por si había un “efecto Gato”, que finalmente no hubo.
Así pues, este ha sido el resultado, clavado:
– Terra Galega: 10 concejales
– Partido Popular: 6 concejales
– BNG: 3 concejales
– PSOE: 2 concejales
Pero una vez visto los datos en frío, analicemos el resultado.
Marián Ferreiro (TEGA) revalida la misma mayoría que ya tenía y suma 224 votos. No le vale para ampliar en concejales la ventaja que ya tenía, pero se queda cerca y le sirve para consolidar una tendencia que ya parecía sólida de por si.
Como siempre, Terra Galega queda fuera de las subidas y bajadas de la marea roja o de la marea azul. La situación nacional no les desgasta nunca, y en clave local nadie lo ha hecho tampoco.
La buena imagen personal de la alcaldesa, junto con un grupo consolidado de caras, además de algunos proyectos finalizados, cimentaron una sólida victoria.
Terra Galega es capaz de conectar mejor con la ciudadanía y de que la gente se identifique con su proyecto.
Con el PSOE auto descartado, solo queda pactar con el PP o con el BNG para asegurarse la continuidad, si bien no es imprescindible el pacto con nadie.
En ausencia de mayorías absolutas en el pleno de investidura, gobierna la lista más votada. Eso significa que o bien se ponen de acuerdo PP, PSOE y BNG, o Terra Galega no necesitará a nadie para investir alcaldesa a Marián Ferreiro otra vez.
El Partido Popular de Germán Castrillón pinchó, por decirlo en términos automovilísticos, y se quedó muy lejos de disputar el partido… o la carrera.
En un contexto favorable (Partido Popular nacional al alza, desaparición de Ciudadanos de toda la escena nacional y local también, la no presentación de Vox en Narón…) Germán Castrillón solo consiguió sumar 26 votos más que en 2019. Es decir, si en 2019 se quedó lejos de la victoria, ahora aun se quedó más lejos, con una TEGA a las puertas de la mayoría absoluta tras haber sumado más de 200 votos más.
Castrillón protagonizó 4 años de oposición blanda, no fue capaz de construir un discurso ganador, perdió a gente de peso tanto en las listas de 2019 como en las 2023 y no fue capaz de ofrecer un equipo solvente que compensara las ausencias, y tampoco fue capaz de elaborar un proyecto reconocible que resultara atractivo para la sociedad naronesa.
Pero para Castrillón lo peor de todo no fue el resultado, sino haber transmitido una imagen de impotencia y de haber protagonizado una campaña insípida, rancia y pasada de moda. Transmitió la imagen de estar solo y fuera de sitio, como de parecer el Paco Martínez Soria paseando las gallinas por el centro de Madrid.
El otro gran perdedor fue el PSOE de Jorge Ulla, apoyado por Juan Gato y Valentin González Formoso. De hecho, parece más una derrota de estos últimos que del propio Ulla al que le tocó bailar con la más fea.
La dirección provincial tendrá que asumir la responsabilidad de haber puesto la “casa del pueblo” patas arriba a tres meses de las eleciones.
En un contexto en que Formoso fulminó a los 3 ediles del PSOE, que eran parte del grupo de gobierno, que éstos no solo no ayudaron en la campaña sino que pasearon por las redes y por algunos medios para denunciar la situación, y con una tendencia nacional negativa, el PSOE de Narón pasó de 3 ediles a solo 2.
Ni el empuje personal de Ulla, que derrocho moral y ganas, ni el exhibir haber invertido una buena cantidad de medios materiales en la campaña, ni la irrupción de Juan Gato a una semana de finalizar la campaña, fueron elementos suficientes para haber invertido una tendencia que se intuía de lejos.
Tal vez, con tiempo por delante y tranquilidad, pueda reconstruir la casa socialista en Narón, ejercer de verdadera oposición y, quien sabe, convertirse en alternativa de gobierno, contando eso si, que Narón tiene una ejecutiva socialista elegida democráticamente en asamblea de afiliados.
Y hablando de la ejecutiva..muy elocuente el mensaje de su secretario xeral y todavía concejal «Os resultados de Narón do Psdg non foron bos. A gran campaña montada non deu os seus froitos. Baixouse 1 Concelleiro, somos a última forza nun escenario que se presentaban menos forzas políticas que noutras ocasións. A tendencia do ano pasado daba duplicidade de concelleiros. É o momento dunha grande e profunda reflexión e que cada un sexa consecuente coas súas palabras de precampaña».
El otro gran ganador es el BNG de Olaia Ledo, quien sube casi 700 votos y gana un edil, y que tras la negativa en campaña de Ulla a pactar con TEGA, puede convertirse en la llave del nuevo gobierno de Narón.
Olaia demostró que desde la oposición se puede decir más que desde el gobierno, que la oposición no se hace un mes antes de las eleciones, que llevar un equipo fuerte suma, y que meterse en los temas de actualidad no solo es una opción sino una necesidad imperiosa de quien aspira a tener alguna relevancia.
Fue capaz de construirse un perfil público sólido y solvente, le dio a su estilo de oposición, y de hacer campaña, un aire de modernidad y de eficacia, y fue quien de construir un discurso reconocible y predecible.
El único handicap que tenía la nacionalista es que el BNG es una formación que en Narón tiene un suelo… pero también un techo, pues TEGA tiene un cierto perfil nacionalista con el que también choca y rivaliza.
Formación gobierno
Así pues, y con las cartas boca arriba, TEGA tiene todo a favor para continuar 4 años más, a falta de ver posibles pactos.
TEGA no necesita pactar con nadie. Con que todos los demás grupos no se pongan de acuerdo, listo. Gobiernan como lista más votada.
Tras el rechazo del PSOE a revalidar pactos con TEGA, las opciones para Ferreiro son las de pactar con el PP, con el BNG… o con nadie.
La opción más probable quizás sea la de pactar con el BNG, bien con un pacto de gobierno o con un acuerdo para garantizar la estabilidad durante la legislatura.
Hay también opción de un pacto TEGA-PP, aunque parece menos probable. Más si tenemos en cuenta que Castrillón vino de Cabañas para Narón con la finalidad de acabar con los gobierno de TEGA. Sería irónico que tras haber perdido Cabañas y no haber ganado aquí, acabara pactando con TEGA.
Parece casi descartado al 100% que BNG y PSOE fueran a apoyar al PP para convertir en alcalde a Germán Castrillón. Sería realmente novedoso que las dos fuerzas antagónicas del PP lo fueran a apoyar para sacar a un grupo de independientes que a nadie molestan fuera de Narón.
Y una última opción, la más loca, sería que el BNG se apoyara a si mismo, que el PSOE también lo hiciera por haber obtenido mayor representación la formación nacionalista, y el PP de Castrillón acabase votando de manera gratuita a Olaia Ledo como alcaldesa.
Así pues, lo más probable, 4 años más de TEGA y de Marián Ferreiro. Nuevos retos para PSOE y BNG que tienen que consolidar sus respectivos proyectos para intentar convertirse en alternativa dentro de 4 años, y periodo de reflexión para el PP para estudiar como poder volver a ser alternativa real de gobierno.