Julia M.ª Dopico Vale
Esta semana pudimos disfrutar de dos estrenos mundiales de mano de la Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por José Trigueros, rindiendo “homenaje a la música contemporánea con un programa novedoso cuyos protagonistas concilian, con estrategias dispares, actualidad y tradición”.
Primero, In the Distance, obra del catalán Ramón Humet, ganadora del XIV Premio Andrés Gaos de la Diputación da Coruña; música que con su elaborada arquitectura y envolventes orquestaciones captó desde el primer momento la atención del público a través de sus nueve movimientos: Volando, de repetitivos diseños, Estático, sobre armónicas sonoridades, Fluido, jugando con el silencio, Ondeggiante, de timbres aflautados, Intenso, de contrastantes dinámicas, Deciso, de ritmos sorprendentes, Scorrevole, de marcado final, Risonante, con motivos armónicos y Meccanico, una síntesis del material musical presentado.
A continuación, la Sinfonía nº 16, “Voces da Terra”, obra encargo del Xacobeo 21-22 en colaboración con la Xunta de Galicia al decano de la composición musical D. Rogelio Groba y su música de “portentosa envergadura”, como apuntan las brillantes notas al programa de Carlos Villar-Taboada. El compositor evoca los primigenios cuatro elementos: agua, fuego, aire y tierra, enmarcados en el contexto del acervo musical galaico, tan vivo como ancestral,
contextualizándose en la etapa “neonacionalista” del músico en la que Galicia es el mundo inspirador con su “enxebrismo y canciones populares que asoman con afanes universalistas”.
Nace así a Danza do vento en la que dos melodías contrastantes fluyen en su rítmico y ágil compás ternario, las Cantigas fluviais, que nos transportan al antiguo alalá y sus nostálgicas sonoridades, la Danza Xenealóxica, vibrante y vivaz con ostinatos a ritmo de muiñeira y a Danza do lume, luminosa, exhuberante, apoteósica en brillante y ardiente final.
Un programa extraordinario en todos los sentidos.